La aventura delictiva de los cuatro jóvenes que la madrugada del miércoles rompieron con alcantarillas las lunas de dos bares en Piedras Blancas para asaltarlos no acabó en el concejo. Dos de ellos fueron detenidos poco después por la Guardia Civil, como informó ayer este diario. Pero otros dos, con los agentes pisándoles los talones, aún tuvieron tiempo y ganas de robar un vehículo en una calle de la capital local y poner rumbo a Gijón, donde residen. Pero, por el camino, pararon primero en Luanco para intentar robar en un establecimiento. No pudieron porque su propietario estaba dentro, así que tiraron para Candás, donde sí perpetraron un atraco en un negocio. Uno de los cacos, de poco más de veinte años, fue detenido horas después. El otro ya está identificado.

Los asaltos en Piedras Blancas se produjeron en la cervecería Gilton, en la avenida Principal, y en la cafetería Jopry, situada en la esquina de las calles Pablo Iglesias y Rey Pelayo. Los cuatro ladrones llegaron en coche poco antes de las cuatro de la madrugada del miércoles y utilizaron una tapa de alcantarilla para romper la luna del Gilton. Al no conseguir entrar ni con esas, utilizaron el mismo método en la cafetería Jopry, donde sustrajeron la recaudación de la máquina tragaperras.

El ruido que causó la tapa de alcantarilla lanzada contra una de las lunas de la puerta de acceso alertó a dos agentes de la Policía Local que se encontraban de servicio en la Jefatura, en la planta baja de la Casa Consistorial, a escasos metros del local. Los policías avisaron a la Guardia Civil, que se percató de que los cacos habían abandonado su coche. Después, los agentes cazaron a dos de ellos y comenzaron las pesquisas para localizar a los otros. Ayer, arrestaron al tercero tras descubrir que habían robado un vehículo en Piedras Blancas, intentaron robar en Luanco y lo lograron en Candás, camino de Gijón. Sólo falta el cuarto.