Muchos conductores llevan años "quemando goma" en la carretera popularmente conocida como La Plata (AS-320), una vía sinuosa que comunica Avilés con Castrillón. Así lo aseguran los vecinos de San Cristóbal, que desde hace unas semanas respiran algo más aliviados. "La vigilancia policial ha frenado a algunos conductores, aunque todavía hay algunos coches que siguen derrapando y quemando gasolina en las inmediaciones del tanatorio", manifestó el presidente de la asociación de vecinos, Luis Francisco Fernández.

Desde hace días, y por sorpresa, los agentes de la Policía Local de Avilés instalan "puntos de control" en La Plata o alrededores para "cazar" a los conductores amantes de la velocidad. Los policías dieron el alto en uno de los últimos controles a más de 70 vehículos y, entre otras pruebas, realizaron test de alcoholemia. "Esta es una carretera de bastante tráfico", manifestaron entonces medios policiales. Por La Plata circulan a diario conductores de Avilés y Castrillón que utilizan esta vía a modo de "atajo" y también numerosas personas en sus desplazamientos hasta el Hospital San Agustín o el tanatorio de Avilés. Los coches, además, suelen cruzarse a menudo con peatones, algunos rumbo a Santiago.

Este es el motivo que llevó a los vecinos de San Cristóbal a exigir vigilancia policial. Ahora esperan que los controles se prolonguen en el tiempo para poner fin al peligroso exceso de velocidad de algunos conductores.

Esta forma de conducción nada tiene que ver con los rallys. El 25 de marzo, por ejemplo, tendrá lugar la XIX Subida a La Plata, una prueba automovilística que se recupera más de 20 años después de la última edición, que se celebró en 1996. Ahora la prueba se llama "Memorial Juan J. Sánchez Ordiales". Para esta fecha todo estará preparado para que los pilotos profesionales puedan circular con seguridad.