Los platos considerados tradicionales para la cena de Comadres han pasado a la historia y ahora las avilesinas suben su gasto para disfrutar de una jornada en la que el protagonismo lo tienen ellas. En Avilés y salvo excepciones se ha pasado de menús clásicos y económicos a base de bollos preñaos, tortillas de "sardines salones" o empanadas dulces a menús más elaborados y también más caros, que este año rondan los treinta euros por persona, casi el doble que hace una década. Esto ha ocasionado que algunas avilesinas hayan decidido este año quedarse en casa la noche de Comadres, una jornada que siempre cae en jueves, este año el próximo día 23.
Aún así, hay restaurantes de Avilés que tienen hechas reservas, lo que hace prever que la hostelería avilesina no dejará de hacer buena caja coincidiendo con la apertura de la folixa antroxera, que se prolongará hasta el martes de Carnaval, día 28. Los menús más económicos son los de "espicha": tortos de picadillo, tortillas, croquetas, calamares, escalopines al cabrales... Rondan los veinte euros. Por diez euros más en muchos restaurantes de Avilés ofrecen menús cerrados a base de frixuelos rellenos de langostinos, lechazo asado, tostas, merluza del pincho en su jugo o cordero guisado. El precio varía también según la bebida y si hay o no espectáculo musical o "boys".
A las fiestas organizadas en distintos restaurantes con menú cerrado es habitual que acudan las socias de distintos colectivos vecinales, agrupaciones deportivas, partidos políticos o peñas de Avilés. Los grupos más reducidos suelen llevar la fiesta a locales con menús más asequibles o pedir raciones.
"Treinta euros es un precio caro para la cena de Comadres. En esta fiesta presta comer de pie un pincho de tortilla y no un solomillo como si fuera la cena de San Valentín", manifestó una habitual del Antroxu, que reconoció: "Eso sí, los menús deben estar riquísimos y es cómodo también estar bajo techo toda la noche".
En Avilés se programan cada año por Comadres numerosas fiestas si bien cada vez es más frecuente ver las calles desiertas durante la noche. Asimismo pocas mujeres -especialmente las más jóvenes- deciden disfrazarse en esta fiesta que algunos teóricos aseguran que es herencia de las "matronalias" romanas.
