Los agentes de la Policía Local de Avilés están de estreno. Y no de una prenda cualquiera sino de chalecos antibalas personalizados; es decir, hechos a medida para cada uno de ellos. Hasta ahora los profesionales contaban únicamente con una decena de chalecos de protección compartidos, uno en cada coche patrulla. Tras la insistencia, sobre todo del Sindicato Independiente de la Policía Local (SIPLA), el gobierno local ha adquirido 93 prendas de protección personal, eficaces ante armas blancas y de fuego que han sido asignados a todos los miembros de la plantilla.

Los chalecos tienen un peso de aproximadamente dos kilos y están fabricados con los colores institucionales del uniforme de la Policía Local. Y ya los llevan todos los policías cada vez que trabajan por las calles de la ciudad. Si bien no hay una orden expresa, parece ser que existe la instrucción interna de vestir a partir de ahora en cada salida esta prenda de protección. Según fuentes consultas, cualquier medida de seguridad es bienvenida: España mantiene el nivel 4 de alerta antiterrorista, en una escala de 5.

El Ayuntamiento de Avilés adjudicó el contrato para la fabricación y suministro de estas prendas a la empresa Sagres S. L.-Partenón por un presupuesto de 61.890,37 euros, a razón de 665,48 euros por cada uno de los chalecos antibalas. Estos elementos de seguridad deben tener una vida útil mínima de diez años, igual que la garantía de los paneles balísticos.

La historia de los chalecos antibalas comienza hace ya varios años. Pero fue en los primeros meses de 2016 cuando el Sipla solicitó a la alcaldesa, Mariví Monteserín, que dotara a los agentes con esas prendas de seguridad. En la misma petición, el Sindicato Independientes de la Policía Local dejaba claro al Ayuntamiento que la responsabilidad de la protección de sus empleados le corresponde a la institución. "Tiene la obligación de facilitar la medidas de protección adecuadas a los posibles riesgos en el desempeño de sus tareas", señaló entonces un portavoz. Es decir, "debe dotarnos de armamento suficiente para repeler agresiones y de equipos para protegernos de las mismas con la suficiente dotación de seguridad". En lo que respecta a la adquisición de chalecos antibalas personalizados, Monteserín cumplió con su palabra.

Si bien los agentes están contentos con la compra, no lo están tanto por tener que ponerse las prendas en todos y cada uno de los turnos de trabajo. "Es como llevar siempre las pistolas en la mano", dicen. Y apuntan: "La Policía Nacional, por ejemplo, los lleva solo en situaciones de riesgo". De momento, la Local añadirá el chaleco antibalas a su uniforme. Aún así, los agentes avilesinos no echan piedras sobre su tejado. Son conscientes de que la situación sociopolítica actual hace necesarias medidas extraordinarias de protección para los miembros de los cuerpos de seguridad.