"No nos movemos, aquí seguiremos hasta que el gobierno local, bien por cansancio, bien por agotamiento, dé respuesta a las necesidades de la plantilla". El presidente de la junta de Personal, Manuel Jesús Villa, resumió así el ánimo de todos los representantes sindicales -de UGT, Avanza, CC OO, Sipla y Usipa- que iniciaron ayer un encierro en el Ayuntamiento. Su voluntad se mantuvo firme incluso después de recibir la visita de la alcaldesa, Mariví Monteserín, y del concejal de Recursos Humanos, Raúl Marquínez, cuyas palabras no sirvieron para apaciguar el enfado de los trabajadores. No obstante, la Regidora no dio por cerrada la negociación, aunque advirtió: "Cualquier planteamiento tiene que producirse dentro de las posibilidades que ofrece el actual marco legislativo". No fue la única en visitar a los "encerrados", ya que también acudieron concejales del PP, Somos e IU.

La gota que colmó el vaso para el inicio de las movilizaciones fue la oposición del 22 de abril para la selección de seis auxiliares administrativos en la que los méritos no puntúan, con lo que los trabajadores interinos que llevan años en el Ayuntamiento no tienen ningún tipo de ventaja. Están inscritas al concurso 2.000 personas. Sin embargo, según el gobierno, no es posible suspender dicha oposición, o no, al menos, para atender a la reclamación de los sindicatos. Así lo explicó Marquínez: "No es posible cubrir estas plazas por concurso-oposición, ya que la legislación impide a las administraciones locales utilizar esa figura cuando se trata de plazas de la escala de administración general, como es el caso de los auxiliares". Y destacó que la oferta de empleo público fue recurrida judicialmente por un sindicato municipal que solicitó su paralización. Sin embargo, esta demanda fue desestimada por el Juzgado contencioso-administrativo nº 4 de Oviedo, "con lo que el proceso de selección es un acto firme y se va a desarrollar según lo previsto".

El que comenzó ayer es el primer encierro de miembros del personal en el Ayuntamiento de Avilés desde 1992. Los sindicatos, unidos de forma insólita en su pugna con el gobierno local del PSOE, decidieron quedarse en el Consistorio tras el Pleno municipal, a donde acudieron, arropados por un buen número de trabajadores municipales, para exigir acuerdos. Precisamente fue uno de los representantes sindicales, Manuel Mendoza, quien al término de la sesión plenaria -que se prolongó durante varias horas- explicó las reclamaciones.

"Queremos resaltar el poco espíritu negociador del gobierno municipal, de este y otros anteriores. Pueden quedar fuera del Ayuntamiento 166 personas, que tienen familia y que son importantes", arrancó Mendoza. Y añadió: "Hemos visto que aquí hubo concurso-oposición muchas veces". Pero además incidió en otros problemas, como que el gobierno "no se mueve ni un ápice" en sus planteamientos. "El hecho de que estemos unidos todos los sindicatos, con nuestras discrepancias, es un signo muy importante de que usted -Raúl Marquínez- nos ha unido". La carrera profesional, mejoras salariales para la Policía Local, el rechazo a la privatización de los servicios y la necesidad de rejuvenecer el personal de brigadas fueron otros puntos del discurso. "El personal del Ayuntamiento quiere negociación, no conflicto, pero necesitamos que el gobierno no tenga una postura inmovilista", indicó. Los aplausos resonaron en la sala a su conclusión.

Frente a estas peticiones, el PSOE defendió su postura, y afirmó que la consolidación de empleo temporal legalmente sólo puede aplicarse a plazas que se encuentren desempeñadas temporalmente con anterioridad al 31 de diciembre de 2004, y que no hay plazas con esos requisitos.