"Queremos salir con un compromiso claro y firmado". Todos los sindicatos con representación municipal se mantuvieron ayer firmes en su encierro en el Ayuntamiento, que comenzó el jueves tras el Pleno municipal y que se prolongará mientras el PSOE no se avenga a llegar a acuerdos con ellos. La visita que el concejal de Recursos Humanos, Raúl Marquínez, efectuó a las nueve de la noche no fue suficiente para apaciguar los ánimos. Es más, generó irritación por no llevar una propuesta seria. "Sólo quieren quitarnos de aquí, que marchemos", afirmó Manuel Jesús Villa, presidente de la junta de personal.

Al margen de este frustrado intento de negociación (el segundo), los sindicatos acusan al gobierno de boicot, por haberles retirado las horas sindicales. Así lo explicó el delegado de UGT Daniel Carreño: "La primera medida del gobierno para negociar fue eliminar el crédito sindical. Nos quitan las horas sindicales recogidas en el convenio". La unidad hasta el momento es total entre todos los sindicatos, algo que no deja de ser una novedad ya que sus desencuentros eran algo habitual. Los representantes de Avanza, Sipla, UGT, CC OO y Usipa desayunan y trabajan juntos, con el salón de plenos como sede de un encierro que hacía muchos años no se producía en Avilés.

El divorcio ya añejo entre sindicatos y gobierno socialista vive ahora un momento especialmente tenso motivado por la intención de convocar una oposición, sin concurso, para proveer seis plazas de auxiliares administrativos. Los sindicatos consideran que se tendría que valorar la experiencia de los trabajadores interinos, que llevan algunos de ellos más de una década en el Ayuntamiento. Pero junto a esto tienen un decálogo de reclamaciones que incluyen temas tales como mejora en el sistema de pagos por productividad y horas extra, reorganización de los turnos de la Policía Local y revalorización de los puestos de trabajo, ya que su salario es muy inferior al de otros ayuntamientos de la comarca. Afirman, además, que muchas de sus peticiones supondrían incluso un ahorro para las arcas municipales, además de un mejor ambiente de trabajo que redunda en un mejor servicio.

Manuel Mendoza, de Usipa, calificó de "Muro de Berlín" la posición que mantiene el gobierno avilesino. Los sindicatos, que afirman sentir el respaldo de los trabajadores a quienes representan, y también de los grupos municipales de la oposición, piden a los socialistas que reflexionen. "Actúan como si esto no fuera con ellos. Pero no puede ser que todo el mundo, menos ellos, vaya en dirección equivocada, tanto la oposición como los sindicatos. Tendrían que pensar que los equivocados son ellos", subrayó Daniel Carreño.

El tema en concreto de la oposición, prevista para el 22 de abril, mantiene las posturas irreconciliables. Y así mientras el Ayuntamiento asegura que es ilegal para este tipo de plazas valorar la experiencia, los sindicatos afirman lo contrario. "Miente el Ayuntamiento, se puede paralizar y volver a iniciar con bases consensuadas", reclaman. Y es que afirman que el gobierno se aferra a la ley de 1986 cuando ya está superada por la de 2016.