"El colegio San Fernando -el 'Sanfer'- ha sido mi segunda casa. Entré el curso 2001-02 y terminé el año pasado", señala Pablo Pérez Díaz, el último estudiante en incorporarse a la asociación de antiguos alumnos del popular centro avilesino, actualmente inmerso en la celebración de su 75.º aniversario. Con motivo de esta conmemoración, mañana, tres de los presidentes -Ricardo Fernández Suárez (Gozón, 1927), José María León Pérez (Salinas, 1930) y Jesús Barbón López (Avilés 1967)-, además del historiador Juan Carlos de la Madrid (moderador) y el propio Pablo Pérez Díaz participarán en una mesa redonda que tendrá lugar mañana a las 19.30 horas en el palacio de Valdecarzana. El acto está organizado por el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés.
Los años que separan a Pablo Pérez Díaz del resto de los miembros de la asociación, que dio sus primeros pasos en 1956, no son un impedimento para este joven que cursa primero de Medicina en la Universidad de Oviedo. "Tenemos un nexo de unión, que es haber compartido las paredes del colegio y su filosofía", manifiesta, dispuesto a aportar "juventud y novedad" a la institución.
Durante los 15 años que permaneció en el centro de la avenida San Agustín, Pablo Pérez Díaz, nacido en Avilés en 1998, fue un participante activo en las actividades que programaba la institución académica. "Hice teatro, judo, acudía a los campamentos de verano durante la primera quincena de julio en Zamora y Salamanca...", comenta al reconocer que intentó persuadir, sin éxito, a algunos compañeros para que se adhirieran a la asociación. "Ahora no la valoran, pero tarde o temprano seguro que alguno se anima y acaba apuntándose; sólo necesitan tiempo", señala.
Considerado un alumno modélico, Pablo Pérez obtuvo matrícula de honor en Bachillerato y recibió el Premio José Martínez al mejor expediente académico en esa etapa educativa. Recogió el galardón en junio de 2016, en el transcurso de una cena de la asociación de antiguos alumnos a la que acudió con su madre y abuela. "Mi madre estudió también en el colegio. En el acto estaba encantada, compartiendo recuerdos con sus compañeros, muchos de los cuales hacía tiempo que no veía. Esto me motivó; también me gustaría rememorar con el mismo agrado los años de atrás", apunta, para advertir que "cuando estás en el colegio quieres escapar de él y luego, con el paso de los años, sientes añoranza".
Además de disfrutar de la compañía de otros ex colegiales, Pérez considera que la asociación es una red de contactos para el futuro. Y mientras este tiempo llega, centra su atención en la facultad de Medicina y, cuando los estudios se lo permiten, le gusta salir e ir al gimnasio. "La carrera es importante, pero tiene ratos muertos para hacer otras cosas", comenta con la vista puesta en el próximo campamento de verano, el programa internacional Erasmus -"me gustaría ir a Francia, tanto por el idioma como por el sistema universitario del país, que es parecido al español y de alta calidad"- y en participar en intercambios con otros hospitales.
