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"El colegio San Fernando deja huella", destacan los exalumnos

Los estudiantes que pasaron por el colegio, que cumple 75 años, instan a que mantenga "sus señas de identidad"

"El San Fernando es más que un colegio; imprime un carácter especial derivado de 75 años de historia, de un legado y de unos profesores", señaló ayer Jesús Barbón López, presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos, en la charla coloquio celebrada en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés con motivo de la celebración del 75º aniversario del centro. El encuentro llenó de profesores y ex alumnos el palacio de Valdecarzana.

En el acto participó igualmente Ricardo Fernández Suárez, alumno fundador de la institución que inició su andadura en el año 1941 en un palacete de La Magdalena. El empresario del transporte y alcalde de Avilés durante la Transición relató algunos momentos de sus años de bachiller, interno en el vetusto caserón, y calificó de "prolífica" aquella etapa que despertó su afición por las matemáticas.

Junto a Fernández Suárez se encontraba Pablo Pérez Díaz, el último estudiantes en ingresar en las filas de la asociación, que ofreció una loa al centro que lo formó durante 15 años y que definió como una "institución de vanguardia". "La sociedad ha cambiado y el colegio también, con métodos modernos y profesores cercanos", dijo para señalar "el bagaje académico y la multitud de amistades" que adquirió en su vida estudiantil.

La charla, que estuvo moderada por Juan Carlos de la Madrid -ex alumno al igual que el resto de los miembros de la mesa-, contó con la animada participación del público, profesores y colegiales que disfrutaron con los recuerdos de viejos tiempos. Entre ellos, Carlos Fernández de la Torre, portavoz municipal del PP; Carlos Martínez Guardado, divulgador gastronómico; o Luis Rodríguez Pérez, presidente de la Escuela de Artes y Oficios, quien, al igual que otros compañeros, rechazó el calificativo de colegio elitista que le ha sido atribuido desde algunos sectores de la sociedad avilesina. "Yo entré en 1947, procedo de una familia humilde y estudiábamos con beca. Allí convivíamos estudiantes de todos los estratos sociales", manifestó Rodríguez. Tras sus palabras se sucedieron otras intervenciones dirigidas a la dirección del colegio para que "nunca pierda sus señas de identidad".

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