La trama del agua ya está cerrada definitivamente. La investigación de las relaciones comerciales de la empresa Aquagest con el Ayuntamiento de Corvera, que abrió el juzgado número 3 de Avilés hace más de cuatro años, ya va camino del despacho del Ministerio Fiscal, según una providencia firmada el pasado día 16 por el juez del caso. En este documento se indica que la fiscal tiene diez días para solicitar "la apertura del juicio oral, formulando escrito de acusación" contra el exalcalde de Corvera, Luis Belarmino Moro; su teniente de alcalde, Ana Belén Toro; el exconcejal de Urbanismo, Luis Solares; los exconcejales avilesinos y hermanos Miguel Ángel y Elena Villalba, la madre de ambos -E. M. G.- y el exnovio de la primera: A. V. A. Además, la empresa Aquagest como tal, Henry Laiño y los empleados de la sociedad Joaquín Fernández; J. A. F. M.; A. M. F. e I.S.B. El instructor concluye que los delitos cometidos fueron: cohecho, tráfico de influencias, negociaciones prohibidas, falsedad en documento privado y estafa agravada.
En junio de 2015, el juez había cerrado su parte de la investigación y la circunscribió a Corvera. La investigación había recorrido, un año antes, media Asturias -la empresa Aquagest daba servicio cuando estalló el caso en 22 concejos-. El cierre no fue definitivo porque el Ayuntamiento de Corvera -en manos socialistas- se presentó como acusación particular. La fiscalía no presentó acusación seguidamente porque la documentación de la instrucción no estaba foliada, es decir, no se podía citar folio en la acusación. Esa labor ya ha concluido: en estos cuatro años y pico se han acumulado "44 cajas de documentales", el fruto de la investigación de tres jueces distintos.
Lo que resta es que tras la acusación de la fiscal las partes presenten sus escritos de defensa. Tras ello se abrirá el juicio oral, que bien se puede celebrar en Avilés o en la Audiencia Provincial.
Según la instrucción, el 9 de agosto de 2012 el hijo de "un pintor acreditado dedicado a la decoración de palacios qataríes", abrió la espita de la que luego se iba a conocer como "trama del agua", pero que empezó siendo la "Operación Oriente". Hacienda le reclamaba el pago del IRPF y del IVA de unas facturas del año 2009, pero su hijo explicó que vivía en el golfo Pérsico desde 2007. Al considerar que las facturas podían ser falsas, el hijo del pintor "por sugerencia de Hacienda" presentó el 18 de diciembre de 2012 una denuncia en el juzgado de guardia. En ella aseguró que fue Miguel Ángel Villalba quien pudo haber utilizado los datos fiscales de su padre. Arrancó entonces una investigación que llevó a cabo la Brigada de Delitos Económicos y Tecnológicos.
Los agentes siguieron el rastro de las facturas que supuestamente había emitido el pintor. Sumaban 125.430,80 euros y el destinatario era la empresa Aquagest PTFA. Estos documentos correspondían a varios conceptos relacionados con obras en la cafetería de las piscinas de Corvera, pero la Agencia Tributaria aseguró en su momento: "No obedecen a prestación de servicios reales"; es decir, eran falsas.
Entre los pasos dados por la Policía Nacional destacó "el extraño post-it". En el expediente de las obras de la cafetería de la piscina de Corvera encontraron adherido un "post-it" amarillo, en el que, escrito a lápiz, se leía: "Aquagest-134.897 IVA,109 sin IVA, Obra no realizada". Esa cifra coincidía "exactamente" con la cantidad que Aquagest había transferido a la cuenta bancaria de la que era titular la madre de los Villalba. Las pruebas caligráficas concluyeron que el autor de ese "post-it" era Luis Moro.
