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El lado más personal del hip hop

"Mon", que fuera "Mensaje Mc" en "Unomasuno", presenta un nuevo trabajo tras casi siete años de parón musical

Ramón Pérez, "Mon", posa en el parque del Carbayedo. MARA VILLAMUZA

Ramón Pérez nunca se llama Ramón Pérez cuando se sube al escenario. Ha sido "Mensaje Mc" y ahora "Mon". Y así lleva casi veinte años. A finales de los años noventa, este rapero de corazón y acción comenzó su carrera artística con el breakdance y con el grafiti; sin embargo, pronto se dio cuenta de que no era lo suyo. Fue entonces cuando decidió coger un boli y un papel y comenzar a escribir rimas y más rimas. Tal fue así que en el año 2000 comenzó a rapear con "Dos Cabrones", una experiencia musical que duró tres años. Por aquel entonces, era "Mensaje Mc". Ahora, tiempo después, saca su primer trabajo en solitario -"A propósito de Mon"- tras siete años sin subirse a un escenario.

"Mon" siguió como "Mensaje Mc" en "Unomasuno", uno de los grupos bandera cuando se habla de hip hop en Asturias. La banda formada por "Jhon", "Ruboh", "Iohmi" llegó a editar dos discos: "Plenitud", en 2007, y "Quién si no", en 2009. Esa banda llenó conciertos y compartió tablas con otros grandes de la escena del hip hop estatal. Lo dieron todo, pero al final, los miembros del grupo decidieron bifurcar sus caminos. Mientras otros siguieron en la escena, "Mensaje Mc" se echó a un lado "para buscar más en la persona que en el personaje". Quizá por eso grabó "A propósito de Mon" en un estudio que dirige en Sevilla, ciudad en la que vive actualmente el rapero avilesino. "Recibí la llamada de la jungla, llevaba seis o siete años parado", bromea Mon. El pasado viernes presentó su nuevo trabajo en Avilés. Lo hizo en compañía de "Zeta 41", entre otros.

"Quizá sea un trabajo más conceptual, más personal que artístico, pero no tiene nada que ver con el ego", explica el rapero que, entre rima y rima, tiene tiempo para dedicarle alguna que otra letra a los valores que le inculcó su familia, al hecho de quererse a uno mismo. "Es un trabajo reposado, con instrumentales más lentas, cuidado", señala el artista avilesino afincado en la capital andaluza. En Sevilla, Mon no pierde el tiempo. Los ratos que le quedan libren después de su trabajo de conductor de autobús y de atender a su familia los emplea en el estudio de grabación que ha montado con otros dos amigos. Allí grabó su disco y espera seguir editando más trabajos.

"A propósito de Mon" contiene trece temas. Uno de ellos es "Le llamaban Paco", que pese a ser un relato ficticio "le podría pasar a cualquiera", otra pista trata de las dificultades para salir adelante de muchas familias "ante una minoría privilegiada". "Trato cada tema desde mi prisma y todo ello teniendo en cuenta que llevo muchos años en ello", destaca el rapero avilesino, que por el momento no tiene pensado regresar a tierras asturianas. "A corto plazo, veo muy difícil volver a Avilés, pero mi casa siempre estará cerca", concluye el rapero que comenzó a interesarse por el hip hop cuando el género estaba en pañales, continuó en el mundillo haciéndose un hueco entre los grandes y ahora vuelve, tras un parón, con las pilas cargadas.

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