La gijonesa Araceli Ruiz, a sus 92 años, fue capaz ayer de contagiar de vitalidad y emocionar a los corveranos que llenaron la sala del centro social de Las Vegas. Forma parte de los llamados "niños de la guerra", aquellos que emigraron desde El Musel a la Unión Sovietica durante la guerra civil y sus vivencias no dejaron indeferente a nadie. Ingeniera en la URSS, tras pasar la II Guerra Mundial allí, emigró a Cuba, donde compartió revolución con el Che Guevara.

La acompañaron en la charla Dolores Cabra, secretaria del archivo Guerra y Exilio, y Francisco Erice, profesor de la Universidad de Oviedo. Antes, los asistentes recordaron al corverano José Antonio Vázquez, "El Ruso", otro niño de la guerra que falleció hace un año.