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Un culín de Villalegre

Salvador Guardado regenta el único llagar comarcal: Sidra Germán

José Antonio González dirige desde hace relativamente poco tiempo Casa Germán, una institución en Villalegre y también en Avilés por tratarse de una de las sidrerías más antiguas de la ciudad con un extra añadido: en Casa Germán se vende Sidra Germán. Al frente del llagar está Salvador Guardado García, un paisano grandón que después de treinta años de trabajo tiene previsto jubilarse el próximo 11 de abril. Sus hijos seguirán al frente del negocio que abrió el abuelo Germán, que da nombre a las etiquetas que lucen en las botellas verdes.

"Decidí montar un llagar porque me gustaba la sidra y también ganar un duro. El primer llagar se lo compré a Foncueva y quedó obsoleto. Ahora todo es automático", explica este hombre que nunca hasta ahora quiso dar eco a su negocio "por cosas del marketing". LA NUEVA ESPAÑA consiguió hace unos días colarse en su llagar. "A la sidra le puse el nombre de mi padre, que también es el de mi hijo. ¡Sidra Salvador nunca me sonó bien!", dice con humor este hombre al frente de un negocio con una capacidad de producción de 175.000 litros. "Me costó trabajo dar con una buena sidra. A esa tarea dediqué seis años de mi vida. Una vez que encuentras la receta perfecta hace falta suerte y también dinero para salir adelante, con amor a la manzana no basta", apunta Salvador Guardado. Su sidra se puede beber en su casa, la que ahora dirige José Antonio González, y en algunos sitios de la comarca como La Tenada en Illas o el pantano de Trasona.

Hasta Casa Germán acuden cada día, y sobre todo los fines de semana, decenas de amantes de la sidra fieles a un local que abrió sus puertas en 1954 y en el que aún se sirve comida casera. "Hay gente de fuera que compra botellas pero la mayoría viene a tomarlas aquí. Esto ya es un clásico", dice el hostelero José Antonio González, que junto a Salvador Guardado García ha aprendido muchos secretos para que el culín sea fácil de recordar. Desvela uno: la temperatura de la sidra. Los otros... los guarda.

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