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El "fuerte crecimiento" de Saint-Gobain azuza las quejas por el recorte en Avilés

El negocio del vidrio plano de la firma se incrementa un 6,5 por ciento

Trabajadores de Saint-Gobain, durante una movilización en la plaza de España. MARA VILLAMUZA

"Los resultados de Saint-Gobain crecieron con fuerza en 2016. Este beneficio se explica a partir de nuestros esfuerzos de optimización y por nuestro desarrollo en los países emergentes, en un entorno económico más favorable que el de 2015". Estas palabras son de Pierre-André de Chalendar, el presidente y director general de la compañía propietaria de las fábricas de vidrio de La Maruca, en Avilés. "Como era de esperar, Francia se ha estabilizado durante el año gracias a la recuperación del sector de construcción. Todas las demás regiones han disfrutado de un buen impulso", añadió el primer ejecutivo de la multinacional. "En este contexto, estamos apuntando para 2017 un crecimiento", concluyó Chalendar. Unos datos que han causado enfado en la plantilla asturiana, que desde hace semanas denuncia una deslocalización de parte de su producción en favor de Marruecos.

La multinacional francesa acaba de presentar los resultados generales de la compañía durante 2016. Según reconoce, "las ventas de vidrio plano se incrementaron un 6,5 por ciento el año pasado". Este incremento sigue "la línea del primer semestre, impulsado por Asia y los países emergentes, tanto en la construcción como en la automoción. En Europa occidental, la actividad de construcción mejora los volúmenes de producción así como los precios".

Chalendar asegura que esta buena posición se vive porque el negocio automotriz se ha estabilizado. Y este negocio es crucial para el desarrollo del que se refiere al vidrio. Sin embargo, los sindicatos representados en el comité de empresa de Avilés achacan a la compañía su pretensión de "desvestir un santo para vestir otro". Hace unas semanas -tras las jornadas de paros- aseguraron que, en nueve años, la empresa había reducido a la mitad su producción de parabrisas en La Maruca y, sin embargo, estaba lanzando su instalación más moderna, la de la localidad marroquí de Kenitra, a 40 kilómetros al norte de Rabat. Actualmente, sindicatos y empresa están negociando un nuevo convenio colectivo. La empresa presenta una sociedad -Saint-Gobain Cristalería- en pérdidas pese a que Chalendar habla de una multinacional subida en la cresta de la ola.

La firma Saint-Gobain Cristalería es una de las joyas de la delegación en el Mediterráneo de la multinacional francesa. La empresa que preside Chalendar aseguró que "en Europa occidental registró un crecimiento de las ventas de un 3,6 por ciento". Aseguró también que "sólo Alemania muestra un menor crecimiento en la segunda mitad del año". La conclusión de todo esto es que "el margen operativo aumentó del 5,7 por ciento en 2015 al 6,2 por ciento en 2016". O sea, que vuelven los mejores días a una compañía que se estableció en la comarca de Avilés hace más de medio siglo.

La prospectiva de la multinacional, de hecho, es clara: "Se espera de Europa occidental un crecimiento orgánico positivo" para el próximo año. Lo que busca la compañías es que las "actividades en Asia y en los países emergentes deben alcanzar un buen nivel de crecimiento". Y de ahí es de donde deben beber fábricas como la de Avilés que, sin embargo, prevé reducir su producción para este año a la vez que lo incrementa en Marruecos. Los sindicatos fueron a la huelga a comienzos de este año por esta circunstancia, aparte también de para procurar mejorar el ambiente de trabajo creado por la dirección actual. Las dos partes ya han nombrado a los delegados en la negociación y, asimismo, han acordado una plataforma común -CC OO, UGT y CGT-. Sobre la mesa está la posibilidad de negociar convenios por centro.

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