"Un ejercicio de cobardía política, de demagogia y también de oportunismo". Así definió ayer el portavoz socialista, Luis Ramón Fernández Huerga, la convocatoria de un Pleno extraordinario -aún sin fecha- para debatir el conflicto laboral municipal pactado por todos los partidos de la oposición en Pleno. Huerga aprovechó para acusar al resto de partidos de decir una cosa a los sindicatos y defender otra en el Pleno: "A los representantes sindicales les trasladan todo el apoyo a sus reclamaciones, entre ellas la paralización de la oferta de empleo público que está convocada. Pero en los puntos de acuerdo de la moción no lo plantean".

En opinión de Huerga esto se debe a que "saben que no se ajusta a la normativa". "Después de la oferta de empleo público de 2011, que se realizó en 2013, con cinco plazas por oposición libre para técnicos de administración general, hubo un recurso de los sindicatos, y la sentencia determinó que estábamos haciendo conforme a ley y que el camino no podía ser otro", subrayó. La paralización de las oposiciones previstas para abril, para seis plazas de auxiliar administrativo, es una de las principales reclamaciones de los sindicatos, ya que no se puntúa la experiencia de quienes han realizado esa labor en los últimos años, pero el gobierno defiende que no es posible legalmente. "En Castrillón y Gijón hay sentencias que obligan a convocar las plazas por oposición libre, no por concurso oposición", apuntó el portavoz socialista.

Huerga afeó, además, que la oposición no tenga opinión propia y se limite a aceptar todas las reclamaciones de los representantes de los trabajadores. "Es entendible y razonable, que los sindicatos reivindiquen y planteen al gobierno una mejora de las condiciones de trabajo. Se puede estar de acuerdo o no con las peticiones sindicales, pero siempre hay que considerarlas respetables. Lo que no parece tanto es que los grupos de la oposición no tengan una posición propia, van de mano de las posiciones de los sindicatos sin prestar atención a lo que ellos hacen en los ámbitos donde gobiernan", afirmó.

Por último, el concejal insistió en que la negociación entre gobierno y sindicatos ha de realizarse en condiciones de normalidad, esto es, cuando los representantes de los trabajadores cesen en el encierro que mantienen desde hace dos semanas. Además afirmó que de los once puntos que reclaman los sindicatos, el PSOE está de acuerdo en siete. Y que sólo choca con ellos en los otros cuatro: la remunicipalización de todos los servicios, la implantación de la carrera profesional (esto generaría unos elevados costes a las arcas municipales, según explicó), la inclusión de las plazas de las escuelas infantiles en la RPT permanente y la suspensión de la oposición para cubrir seis plazas de auxiliar administrativo.

El conflicto de la plantilla municipal acumula ya más de tres semanas y el encierro de los representantes sindicales en el salón de plenos del Ayuntamiento supera la quincena. Desde entonces, ni el gobierno local ni los empleados han logrado acercar posturas. De hecho, el distanciamiento ha aumentado durante las últimas jornadas.