Verónica Varcárcel y Chema Valentín cruzaron los primeros la meta de la IV Carrera por la Igualdad de Avilés. Lo hicieron de la mano, pese a que no se conocían de nada. "¿Qué mejor manera de expresar la igualdad que un hombre y una mujer de la mano?", explicó Valentín al terminar un recorrido por las calles del centro de Avilés que cubrieron más de 800 personas. Muchas sonrisas, muchos saludos, muchas mujeres y también muchos hombres fueron los protagonistas de esta prueba, que se enmarca en los actos del 8 de Marzo y en la que se implicaron vecinos de toda la comarca y otras partes de Asturias. Comenzó con un minuto de silencio por el atleta Fernando Leira, recién fallecido tras su lucha contra la esclerosis lateral.

Aunque lo de menos era quién ganaba esta carrera, Varcárcel y Valentín se emplearon a fondo. Ambos son corredores habituales. Ella estaba federada de niña, lo dejó después y, tras dar a luz a su segunda hija, volvió a engancharse. Y corre habitualmente la carrera por la igualdad, aunque no sea competitiva. Sus hijas, Verónica y Amelie Hernández, que acudieron rápidas a felicitarla, son una razón más para pelear por esa igualdad. "Si no luchamos ahora, tal como están las cosas...", decía. Ese pesimismo no es sólo por los retrocesos en la igualdad, explicó, sino "por el mundo en general". De ahí su preocupación por poder darles unos estudios a las dos pequeñas.

Para Chema Valentín, la carrera de ayer fue la segunda en la que participó. "Estuve en la del primer año, pero luego no pude asistir por motivos laborales, hasta ahora", explicó. Y añadió sus razones para sumarse a esta lucha: "Estoy a favor de todos los temas de igualdad". Según Valentín, es urgente que la sociedad se vuelque con la educación. En ese contexto será posible inculcar valores y derechos a las generaciones que vienen.

Desde lo alto del escenario instalado en la plaza de España, el responsable de comunicación de El Corte Inglés, Alfonso Fuertes, que participó en la organización de la prueba, siguió la evolución de los participantes. Y explicó que este año se repartieron las 800 camisetas realizadas para la ocasión, y que aún hubo quienes se quedaron sin ella. Esto supone un incremento de participantes respecto al año anterior, ya que en aquella ocasión fueron 700 las camisetas que se entregaron. "Hay bastantes más hombres que otros años, ya suponen el 25 o 30 por ciento del total", añadió.

Las últimas en cruzar la meta, de la mano también y entre aplausos, fueron Sofía Macías y Sabina Luzvelia Fraile. "Llegamos las últimas, pero durante el trayecto hubo gente que atajó. Nosotras no, hicimos todo el recorrido", justificó Macías, entre risas. Ella, lo mismo que Fraile, son compañeras de clase de gimnasia en el polideportivo de La Magdalena, y la monitora animó a todo el grupo a acudir a esta cita. "Me gusta participar en estas cosas", añadió. Sabina Luzvelia Fraile, con sus 82 años, lleva participando en esta carrera desde el principio. Y demuestra que sus caminatas de 10 kilómetros diarios la mantienen en forma. ¿Y qué le parece a ella correr el motivo de la carrera? "Está bien que haya igualdad", subrayó. El sol primaveral que acompañó a los participantes contribuyó a que la carrera de la Mujer fuera un día de fiesta.