Los gestores del Grupo Melca desde agosto pasado sostuvieron ayer que el propósito "declarado" de José Luis García Arias -el fundador del conglomerado empresarial y propietario del 38 por ciento de sus acciones- fue "hundir el grupo familiar". Esto es lo que argumentan sobre el presupuesto de "las importantes pérdidas sufridas" hasta que se cambió la gestión del conglomerado; esto es, hasta que los hermanos Daniel y Elena García y la madre de ambos -Isabel Becerril- tomaron el poder en la corporación. Estas "pérdidas" las cuantifican en "7 millones en 2015 y 10 más hasta julio de 2016".

Los hechos que encendieron la mecha de la crisis más importante la historia de un conglomerado de empresas que daba empleo a 150 trabajadores (actualmente una de sus sociedades cuenta con un expediente de regulación de empleo) fueron juzgados ayer en Gijón. Cuatro de los cinco socios propietarios de la empresa Cartera de Inversiones Melca en Liquidación se vieron las caras ayer a primera hora de la mañana después de casi un año con las espadas en alto: a los tres socios que constituyen la mayoría accionarial se sumó el propio García Arias. Faltó Miguel García, el único hijo que se mantiene fiel al fundador.

Lo que se discutió fue si la junta de accionistas del 6 de mayo existió o no existió. José María Muñoz, el abogado de la parte mayoritaria, sostuvo en la vista que sí, que la ley de Sociedades de Capital amparaba la acción llevada a cabo (destituir al administrador único de Cartera de Inversiones Melca). La defensa de García Arias -y de su hijo mediano: Miguel-, sin embargo, consideró que esa destitución fue nula. Muñoz se apoya en dos artículos de la Ley de Sociedades de Capital -la que rige este tipo de relaciones mercantiles-: "Dicen que se puede hacer". La defensa de García Arias, sin embargo, puso en duda que hubiera habido siquiera junta general.

La junta general se convoca de acuerdo a un orden del día establecido que puede ser modificado durante su desarrollo. La junta universal no. Esta es la que, a juicio del fundador, se tenía que haber desarrollado aquel día de mayo. Los socios -los cinco, pues todavía trabajaban de manera conjunta- decidieron repartirse 2,7 millones de euros de dividendos. Esto no se produjo: los socios mayoritarios, asegura la defensa de García Arias, sólo cambiaron el presidente y la secretaria de la junta (cargos que ostentaban el propio García Arias y su entonces esposa). Modificaron entonces el orden del día y el grupo quedó en manos de Miguel García. Según esta parte, "hubo una maquinación para echar al administrador del grupo". Lo que tiene que determinar ahora la jueza es cuál de las dos partes tiene razón. Entre los testigos a los que se tomó declaración en la vista figuraron los tres socios mayoritarios y el antiguo director técnico del Grupo, que lo fue durante más de 40 años. José Luis García Arias era el demandante.

La pelea judicial entre los socios de la corporación no ha hecho más que empezar. García Arias también impugnó la junta que se celebró el pasado julio. En ella se presentó un documento que ponía en duda los porcentajes de propiedad que tienen cada uno de los socios. A esto, José María Muñoz lo llamó "excusa".

La empresa Cartera de Inversiones Melca se encuentra en liquidación, labor que le corresponde a Daniel García La liquidación consiste en convertir en dinero cada una de las propiedades que posea la sociedad matriz, fundamentalmente, sociedades mercantiles. A través de una de ellas, la matriz posee gran número de propiedades inmobiliarias repartidas por toda la comarca de Avilés.