Feminista, activista por los derechos de las personas LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, intersexuales), profesora de Francés en Secundaria, traductora jurada de Lengua Inglesa, máster en "Estudios de género y políticas de igualdad" en la Universidad de La Laguna, Kika Fumero impartió esta semana en Avilés, organizada por el Centro del Profesorado y Recursos, una conferencia sobre el alumnado LGBTI, el profesorado y la convivencia LGBTI en el entorno escolar.
- ¿ La sociedad está suficientemente madura y ha asumido las diferentes orientaciones e identidades sexuales?
-Todavía se viven momentos complicados aunque ha habido una evolución. Es evidente el avance, y me gusta reconocerlo, pero la igualdad no se ha logrado aún. Hay una realidad social y una realidad legal. La primera está mucho más avanzada que la segunda. Con la excusa de la realidad legal, la pregunta es ¿qué más quieren? A lo que hay que responder: quiero ser y estar, sin más.
- ¿Cómo ve , desde dentro, la realidad social en las aulas?
-Hay mucho rechazo. Yo soy profesora, lesbiana y visible en mi vida personal y profesional. Eso produce una reacción. Sigue habiendo chistes, situaciones homófobas, profesorado tomando parte activa de esos comentarios, de esa invisibilidad. Yo, como parte activa de este proceso y de esta lucha, y al hacerme visible, hay mucho alumnado que se empodera, también se hace visible y se expone. Si yo soy lesbiana, invisible y nadie lo sabe y tu haces un chiste homófobo, me haces daño a mi personalmente. Pero si estoy fuera, el daño, además de íntimamente, es público.
- ¿Los jóvenes tienen miedo a salir del armario?
-Aquellos adolescentes o en la primera juventud que no tienen mucha fuerza y carácter se apoyan en ti y se empoderan; saltan y una vez que lo hacen se ponen firmes, pero tienen que tener mucho apoyo. ¡Claro que tienen miedo! A ser diferente, a que te descataloguen y te etiqueten como lo otro o la otra. Necesitan pertenecer a un grupo.
- ¿Cómo responde el profesorado ante el colectivo LGBTI?
-Encuentras apoyo y, sobre todo, silencio.
- ¿La sociedad acepta las orientaciones e identidades pero rechaza las manifestaciones públicas?
-Las manifestaciones incomodan, aunque se diga que no. Pongo el siguiente ejemplo. Si me invitan a un evento y voy sola, el ser lesbiana hasta parece guay, pero como vayas con tu pareja, la cosa cambia. Si eres discreta, vale, se acepta; pero como le beses, pongas una mano en la pierna, menuda...
- ¿El profesorado está preparado para afrontar estos cambios?
-No está preparado ni para estos, ni para la violencia de género, ni tampoco para la violencia sexual. No tiene ninguna formación. Yo no la recibí en mi carrera académica. Y la que tengo es porque he ido a buscarla. La gran mayoría de las veces hay desinformación absoluta. Buena parte de la LGBTI fobia en la sociedad es por no conocer, por falta de información. Tenemos miedo a lo desconocido.
- ¿Sólo necesitan formarse los profesores?
-Los profesores, pero también todo el personal de las consejerías de Educación, desde la dirección hacia abajo. Estamos cubriendo fugas y poniendo parches.
- Entonces, ¿las aulas están desprotegidas?
-Cuando yo salgo del centro hay mucho alumnado que queda desprotegido. Ante esto, sufro, pero, ¿qué hago? Esa es la vida, la sociedad que tenemos.
- Es un referente para muchos jóvenes. ¿Acuden a usted en busca de ayuda, de orientación?
-La frase típica es "soy como tú". Eso me da pánico; como yo no puedes ser nunca, no debemos crear ídolos. Lo que hago es escucha activa pura y dura, que la enfermedad se llama homofobia y no homosexualidad. Intento buscar cómo puede tener apoyo. Le doy todo tipo de recursos y explico cómo es la vida. No le puedo decir para delante y ya está, sí que es mucho más de lo que creemos y mucho mejor de lo que sentimos.
- ¿La familia es el principal apoyo?
-Hoy en día, en este país, a los padres se le caen muchos prejuicios y falacias y al conocer la realidad de un hijo se replantean muchas cosas. Hay estudios que reflejan que donde más apoyo esperan los jóvenes es en la familia. Si tienes en contra a tu padre o madre, se te cae el mundo, tu pilar. Pase lo que pase, el único espacio seguro es tu casa, donde sabes que siempre encuentras cobijo.
- Se dice que los jóvenes toleran mejor a las lesbianas que a los chicos gays. ¿por qué es así?
-Porque les dan morbo. Lo que más les pone en el sexo es hacérselo con dos chicas o ver a dos chicas haciéndolo. Luego, porque entre las mujeres es más fácil el cariño. Los gays están más castigados al no estar bien vistas las muestras de cariño. En cuanto a las mujeres, estamos más acostumbradas a ser discriminadas y a empatizar.
- Aparte de mofas o chistes, ¿hay acoso hacia los alumnos diferentes?
-Sí, hay acoso entre el alumnado. Para atajarlo se necesita formación y sensibilización desde arriba. Es importante formar al cuerpo de inspección.
- ¿Qué realidad sexual es la más marginada?
-La orientación sexual más marginada es la bisexual por estar considerados como los más viciosos, los que no se mojan. Yo agrupo las siglas como LGBTI. Las tres primeras -lesbianas, gays y bisexual- son la orientación sexual; las segundas -transexual e intersexual- son identidades. La más invisibilizada es la I, las personas intersexuales, y la más marginada, la T, los transexuales.
- ¿Y la más aceptada?
-Los gays, son hombres empoderados, con dinero. Las mujeres tienen una doble discriminación: por ser mujer y por ser lesbiana. Ahora hay una identidad de la que se habla mucho que se llama demisexual, gente que no tiene una sexualidad primaria, sí secundaria. Esta variedad demuestra la diversidad tan grande del ser humano, que han intentado evitar y encasillar, pero no pueden.
-¿ Qué objetivos son los que desea alcanzar?
-Respeto. No quiero tolerancia, pero sí respeto.
- ¿Qué medidas habría que implantar?
-Se debería ser más serio, no tanto plan y tanto papel mojado. ¿Para qué cargamos tanto el disco duro de documentos que no vamos a emplear? Menos teoría y más práctica. Planes de igualdad prácticos y efectivos. Vamos al grano. Y mucha coeducación.
