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Los pediatras alertan del abuso de los plásticos, dañinos para la salud infantil

El área pediátrica del Hospital constata un adelanto de la edad de diagnóstico de la diabetes y un aumento de las afecciones endocrinas

La pediatra Ana Cristina Rodríguez, en la sala de incubadoras. RICARDO SOLÍS

La contaminación por productos como fármacos, cosméticos y determinados plásticos presentes en envases está pasando factura a la salud infantil. Las fuentes de contaminación pueden ser múltiples, según advierte el doctor David Pérez Solís, responsable en funciones del servicio de Pediatría del Hospital Universitario San Agustín. "No se debe, por ejemplo, reutilizar botellas de agua. Los plásticos están presentes en nuestro entorno, son muy habituales en envoltorios de alimentos, y hay muchas cosas que se desconoce hasta qué punto pueden tener influencia en la salud, pero se relacionan con alteraciones endocrinas", afirma.

Muchos cosméticos, como cremas hidratantes y geles de baño, incluyen parabenos que, según Pérez Solís, pueden tener efectos hormonales. "Y lo que quedará por saber", añade. Los parabenos son productos químicos que cumplen una función conservante, pero que están en el punto de mira porque algunos de ellos alteran el equilibrio hormonal del organismo. Son esos "disruptores endocrinos" que señala el pediatra.

Las consultas relacionadas con el sistema endocrino son las más habituales dentro del servicio de Pediatría del Hospital Universitario San Agustín. "Incluye temas muy variados, desde enfermedades clásicas como la diabetes infantil a la tiroides, pasando por problemas de crecimiento y obesidad, que es muy frecuente. También están los retrasos y adelantos de la pubertad". En lo que se refiere concretamente a la diabetes, el doctor Pérez Solís indicó que existe una tendencia a que salga a edades cada vez más tempranas, sin que se sepan claramente las causas. "Hace 15 años era muy difícil verla antes de los 5 años, ahora tenemos casos en niños de 2 y 3 años", explica el doctor.

En cuanto a los casos de obesidad infantil, las causas pueden ser múltiples. "Distinguimos obesidad endógena y trastorno metabólico. El gran problema de la obesidad es sobre todo social, está muy influido por hábitos en cambios de vida: dieta, tendencia al sedentarismo... También hay factores ambientales que pueden influir y cada vez hay más consciencia de ellos", afirmó el pediatra. Ahí entran los ya mencionados efectos de las sustancias químicas que contienen los plásticos. La genética, no obstante, también influye mucho. "Es un hecho que hay personas con más tendencia a la obesidad que otras".

Otra de las causas más habituales de consulta en el servicio de Pediatría son los problemas relacionados con el aparato digestivo. Según David Pérez Solís, se trata fundamentalmente de intolerancias alimentarias, celiaquismo, y otras causas más prosaicas como el estreñimiento. Las intolerancias más frecuentes son a las proteínas de leche de vaca y al huevo. Ahí los síntomas más evidentes suelen ser ronchas en la cara y vómitos. Como actualmente los alimentos se introducen en la dieta infantil de uno en uno, es más fácil determinar cuál genera la alergia. En cuanto a la enfermedad celíaca y las intolerancias al trigo, los síntomas son de lo más variopinto: "Las formas clásicas eran niños pequeñitos desnutridos con diarreas, pero hoy puede desarrollarse incluso sin síntomas o con síntomas muy leves".

Pese al auge de productos destinados a los celíacos, el pediatra afirma que no hay constancia de más casos, pero sí se diagnostican mejor: "Hoy en día es mucho más fácil a través de análisis de sangre, con los anticuerpos. Ya desde Atención Primaria vienen casi con el diagnóstico hecho". Según el doctor, con la mínima sospecha es ya fácil orientar el diagnóstico, y por eso hay más celíacos diagnosticados. "No es frecuente que la enfermedad surja de adulto, lo normal es que se desarrolle a lo largo de la infancia", añade.

Otro volumen importante de consultas está relacionado con la Neuropediatría: cefaleas, epilepsia, trastornos del aprendizaje... "Cada vez hay más consciencia con estas cuestiones, como trastornos del lenguaje y dislexia, y aunque muchas veces lo principal es la atención escolar y familiar, se puede realizar una evaluación neuropediátrica para descartar que no sea una enfermedad neurológica de base".

Las alergias respiratorias han registrado asimismo cierto aumento en las últimas décadas. En general el doctor sostiene que cuanto más contacto habitual tenga un niño con algo, bien sea un animal, una planta o un alimento, es más difícil que desarrolle alergia a ese alimento. De hecho, por eso la tendencia es introducir lo antes posible los alimentos en la dieta, a partir de los seis meses de edad. "Antes se esperaba más pero se ha visto que es un error, que no hay motivo para retrasar la introducción. Se ha visto, por ejemplo, que disminuye el riesgo de alergia al cacahuete a los niños que se les ofrece pronto".

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