No hubo fumata blanca. Los sindicatos y la patronal de la estiba fracasaron ayer en su intento de alcanzar un acuerdo en la reunión que mantuvieron de tarde para analizar la propuesta que les planteó el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, al inicio del encuentro para pactar los flecos laborales de la reforma del sector que promueve el Gobierno para dar cumplimiento a una sentencia comunitaria que amenaza con pasar a España una factura millonaria. Así las cosas, Fomento presentará hoy en el Congreso el Decreto Ley que articula la reforma sin el pretendido respaldo del sector con el que, a su vez, buscaba recabar el apoyo de los grupos parlamentarios, un respaldo del que anoche carecía.

El conflicto desatado en el sector de la estiba por el intento del Gobierno del PP de abrirlo a la libre competencia afecta a un centenar de trabajadores en Asturias, todos ellos vinculados a los puertos de Avilés y Gijón. El colectivo, representado por el poderoso sindicato Coordinadora, se mantiene a la expectativa y en sus puestos de trabajo, si bien las empresas consignatarias alertaron hace semanas de una caída de la productividad, menor en todo caso que las registradas en otros puertos españoles donde los estibadores fueron acusados de estar haciendo una huelga encubierta.

El acuerdo "in extremis" que pretendía el PP para zanjar la crisis de la estiba la víspera de la votación en el Parlamento no habría sido posible de modo alguno, dado que a la reunión de ayer no asistieron los máximos representantes de sindicatos y patronal, dado que se trataba de un "encuentro técnico", esto es, de los abogados de las partes.

"En nuestra opinión, el documento presentado por el ministro no cumple en modo alguno la garantía de mantenimiento del empleo", indicó Víctor Díaz, uno de los asesores de Coordinadora de Trabajadores del Mar, principal sindicato de estibadores, al término de la reunión sobre la propuesta del ministro.

En función del resultado de la votación de hoy en el Congreso, los sindicatos decidirán si mantienen los paros aún convocados en los puertos, que comienzan mañana, y determinarán nuevas reuniones para negociar.