La futura recuperación de un paño de la muralla medieval de Avilés sacará a la luz datos clave para la historia local, según los expertos. Esta actuación, prevista en el marco del plan especial de mejora del casco histórico, abre las puertas a la intervención arqueológica en un enclave "con gran potencial", que es el del entorno de la capilla de Las Alas, tal y como señaló ayer Sergio Ríos. "La intervención es de enorme interés arqueológico y la intervención de recuperar la muralla ayudaría enormemente a la revitalización del patrimonio de la ciudad", afirmó durante su ponencia en las VI Jornadas de Conservación y Restauración, dedicadas en esta ocasión al patrimonio arqueológico. Y añadió: "Esta actuación podría tener también repercusiones urbanísticas enormes, si se combinara con la reforma del trazado ferroviario y se conectara la ría con el casco histórico".

Ríos, uno de los arqueólogos que más ha trabajado en los últimos años en los yacimientos avilesinos, se refirió a la intervención de 2010 en la capilla de Las Alas, que permitió dos descubrimientos sorprendentes: la existencia de un muro de apariencia defensiva y posiblemente anterior a la muralla, y unas nuevas proporciones para la fachada de la capilla, que forma exactamente un cuadrado. Eso sí, el arqueólogo reconoció la "frustración" que supuso el no poder ampliar el proyecto para documentar en condiciones estos hallazgos, un efecto colateral de la crisis. "Está pendiente de una intervención futura", afirmó.

También, respecto a la capilla de las Alas, el arqueólogo abogó por liberar el edificio de las construcciones adyacentes, que son posteriores: tanto los edificios de viviendas de la izquierda, que se pueden desmochar, como el empotrado contra un anejo de la iglesia -la de San Antonio, antiguos Padres Franciscanos- que no es más que una sala de calderas sin valor patrimonial ni histórico. "Es factible abordar su demolición y el interés arqueológico sería grande", destacó.

De grandes posibilidades arqueológicas es también la iglesia vieja de Sabugo, donde hasta el momento se han realizado pocas intervenciones. "Tiene mucha potencia estratigráfica, ofrece gran interés. Podría abordarse un proyecto de excavación con el único condicionante presupuestario, ya que es un edificio totalmente exento y además no se realiza culto en su interior", explicó Ríos. Su estudio, además, podría ser clave para determinar el origen del barrio, con lo que incrementaría el valor de esa investigación. Sin olvidar tampoco el interés que tendría intervenir en el ábside de San Antonio intervención que también quedó frustrada en 2010 por las circunstancias económicas- y en San Nicolás de Bari.

La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, inauguró las jornadas acompañada de la directora general de Patrimonio, Otilia Requejo; el director general de Formación Profesional; la directora de la Escuela Superior de Arte, Carmen Álvarez-Rúa; y el director de las jornadas, el restaurador Luis Saro. Monteserín abogó por consolidar Avilés "como referente de ciudad emprendedora y cultural, en la que se sumen cultura, emprendimiento, conocimiento y arte". Y se refirió tanto a los estudios de restauración como a los de diseño, especialmente vinculados a un nuevo modelo de industria en la que ese diseño sea un elemento diferencial que genere valor añadido a la ciudad.

Durante su intervención Otilia Requejo se refirió a su papel como una de las arqueólogas que participó en el "apasionante proceso de recuperación" del palacio de Camposagrado, "una joya patrimonial excepcional". Y destacó que, gracias al trabajo coordinado de un equipo multidisciplinar, se pudo recuperar el palacio, así como significativos testimonios de construcciones más antiguas. Capellán, por su parte, reivindicó el papel del debate en la formación de los futuros restauradores y concluyó: "El patrimonio arqueológico, recuperado y conservado, es el documento vivo de nuestra memoria histórica".