Tanto la lectura como la facturación de 1.000 euros de agua en una casa sin habitar que dejó sin palabras a la afectada, Conchita Fernández, son correctos. Así lo defiende al menos Aguas de Avilés, quien en un comunicado aseguró ayer que "los consumos reflejados en la factura no obedecen a causa alguna imputable a la actuación de Aguas de Avilés, conforme a las actuaciones desarrolladas y los resultados que constan".

Los datos que ofrece la empresa comienzan el 16 de noviembre de 2016, fecha en la que se toma la lectura del contador que registraba 1.054 metros cúbicos. "Debido al desmesurado consumo registrado se realizó una inspección el día 23 de noviembre, que corroboró que la lectura tomada era correcta y no detectó ningún tipo de incidencia en el contador. El excesivo consumo se comunicó al cliente a través de mensaje en la propia factura a efecto de que revisara la instalación", defiende la empresa.

Recibidas reiteradas reclamaciones por parte de los representantes del titular, la sociedad realizó varias inspecciones "y en todas ellas se ha comprobado que la lectura es la correcta, que no ha habido ningún cruce de contadores ni otro hecho que haya podido ser motivo de un error en la lectura". El 6 de febrero los responsables de la sociedad se reunieron con representantes de la titular del contador y se les ofreció realizar una verificación oficial del funcionamiento del contador a través del laboratorio certificado por el Principado de Asturias. El ofrecimiento fue declinado, según la empresa.