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MARCOS BARRIO | Ingeniero de Montes, habló sobre bosques en el colegio San Fernando

"Los bosques tienen una labor social importante para el bienestar del ser humano"

"Muniellos es un ejemplo de zona con estrategia de gestión pasiva: su grado de conservación es tan bueno que se ha decidido dejarlo evolucionar por sí solo"

Marcos Barrio Anta. MARA VILLAMUZA

La programación del Día del Árbol en el Colegio San Fernando contó ayer con una conferencia sobre los bosques. Corrió a cargo de Marcos Barrio Anta, doctor en Ingeniería de Montes por la Universidad de Santiago de Compostela y profesor del grado de Ingeniería Forestal y del Medio Natural.

- ¿Qué funciones tienen los bosques para el ser humano?

-Cumplen una multifunción en el ecosistema. Se centran en tres: productiva, protectora y social. La primera se refiere a la producción de madera, frutos, corcho...; la segunda tiene que ver con la protección de los suelos, el mantenimiento de la biodiversidad, que sean refugio y hábitat para la fauna y flora protegida que está a veces debajo de los bosques. También desempeñan una labor social importante en el bienestar del ser humano, en el disfrute, el paseo y la contemplación; son lugares de enseñanza.

- ¿Qué beneficios reportan?

-Gracias a los bosques, por ejemplo, tenemos agua limpia en los hogares. La mayoría de las ciudades más importantes del mundo captan su agua de zonas boscosas en la periferia porque facilitan que se infiltre, que esté limpia. Los bosques evitan la pérdida de suelo y realizan una labor protectora grandísima, además de ser sumidero de carbono o luchar contra el cambio climático.

- ¿Son una fuente económica para la población?

-Sí, grandísima, por su función productora. Mientras se demande madera u otros productos por parte de la sociedad tiene que haber bosques. Incluso cuando se gestionan desde el punto de vista productor, si se hace bien, pueden tener una apariencia muy salvaje. Por ejemplo, la sierra de Madrid, integrada por bosques gestionados desde hace más de 200 años en los que se está cortando continuamente y regenerando. Pueden ser sostenibles sin ser dañinos y socialmente favorables.

- ¿Cuáles son los peligros que amenazan su integridad?

-Muchos, entre ellos, la deforestación, que es una amenaza grandísima. Las zonas calientes son las selváticas de la Amazonía, pero también las boreales de Canadá y de Rusia están teniendo unas tasas de deforestación muy grande. Se achaca a las talas ilegales y a los grandes incendios, muchos como consecuencia del cambio climático.

- ¿Le afectan el abandono de los núcleos rurales?

-Sí, lo vemos en Asturias, donde tradicionalmente se mantienen estructuras de zonas de bosques con otras de prados. En este caso, las personas del entorno se encargan de cuidarlas. Incluso cuando hay incendios hacen de cortafuegos natural. Ahora mismo, la ausencia de vida rural hace que muchas zonas se degraden y cara a los incendios es peor. Los lugareños hacían labores tradicionales buenas, el aprovechamiento de la leña, pequeños cortes aquí y allá beneficiosos para aumentar la biodiversidad.

- ¿Qué cuidados requiere el bosque?

-La mayoría de los que tenemos están antropizados en mayor o menor grado. En Asturias, tenemos un ejemplo de bosque cuya estrategia de gestión es pasiva. La decisión en Muniellos es no actuar. Es una joya, uno de los mejores bosques de Europa. El grado de conservación es tan bueno que se ha decidido dejarlo evolucionar por si solo porque cumple todas las funciones. Es muy diverso, con muchas especies, la fauna encuentra un entorno adecuado. Pero la mayoría del resto de bosques tienen una tasa de antropización alta. Hoy en día, muchos de estos necesitan intervención humana para que cumplan sus funciones ya que por si solos no evolucionan favorablemente.

- Dentro de esa función social, ¿la masiva presencia de visitantes no les perjudica?

-Si se acude con respeto no se daña, aunque es cierto que puede haber problemas de erosión si no se dirige a la gente por unas sendas y se deja que entre por cualquier lugar, pueden machacar y cortar especies en peligro. En algunos entornos hay que guiar a los visitantes. De manera extensiva, si no hay una presión fuerte, no tiene por qué ser negativa la presencia de ciudadanos salvo en algunas épocas de reproducción de especies en peligro. En este caso se puede acotar o cerrar algunos senderos para no perturbar a las especies.

- La educación juega un papel fundamental

-Una de las labores que tenemos que hacer es educar e inculcar a todo el mundo que los bosques son vida. Los heredamos de nuestros antepasados y tenemos que dejarlos a las generaciones venideras.

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