"Los saldos son una buena idea", aseguró ayer Rosa del Águila, de la tienda de ropa A medias. "Es el mejor modo de liquidar mercancía que, si no, quedarían para el año siguiente", añadió. Ella y su marido, Honorio Olivera, acuden "desde hace años" a las dos citas anuales de la Feria de Saldos. "Dan mucho trabajo, pero también dan dinero. Participamos en otras, pero no nos resultaron, así que no volvimos. Las ferias de Avilés funcionan", reconoció.

El pabellón de exposiciones y congresos de La Magdalena acoge este fin de semana la edición número veintisiete, de la Feria de Saldos avilesina que ofrece, en esta ocasión, prendas de la temporada de otoño-invierno.

Miguel Ruiz, de la zapaterías Pisando Fuerte, es otro de los veteranos de la feria de La Magdalena. "Personalmente estoy aquí desde hace siete u ocho años", comentó. "Si no existiera este tipo de ferias nos tendríamos que quedar con los restos de temporada: números sueltos que nos van quedando". Ruiz es hijo de comerciantes: "Mis padres comenzaron a vender zapatos al aire libre en los años sesenta. Parece que ahora lo que se lleva es hacerlo en el pabellón. Pues está bien", apuntó el comerciante.

La feria, organizada por la Cámara de Comercio, cuenta con una media de 20.000 visitantes. Abre a las 11.00 y cerrará a las 21.00 horas.