"Es absurdo que tengamos tecnologías del siglo XXI y usemos procedimientos del siglo XIX". Con estas palabras avanzó hace unos días el secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, la intención del Gobierno central de impulsar una aplicación para teléfonos móviles con el fin de que los patrones de los barcos comuniquen sus capturas en tiempo real para aprovechar y controlar mejor las posibilidades pesqueras. Pero este nuevo sistema en alta mar no convence a la flota asturiana. "Para nosotros supone más trabajo y más dinero porque habrá que pagar por adquirirlo", dicen los profesionales del sector en la región. Además, entienden que es poco operativo y puede dificultar su labor. "En la mar trabaja mucha gente mayor, sobre todo, en la bajura. Salvo excepciones, no estamos de andar con teléfonos de última generación; somos marineros, no ingenieros", sentencia Dimas García, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias, que considera que esta medida sería tirar el dinero.
Otro inconveniente que presenta para los pescadores asturianos el sistema anunciado por el Gobierno es la falta de seguridad. "Nosotros estamos todo el día con las manos mojadas y no podemos pararnos cada dos por tres a secarnos para utilizar una aplicación móvil", dice García. "En la mar, además, hay muchos problemas de telefonía. La cobertura suele ser mala", añade. A juicio del principal responsable de la Federación de Cofradías, lo ideal sería que los pescadores se encargaran de recoger los datos necesarios para posteriormente hacérselos llegar al Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, como administración encargada de controlar las diferentes pesquerías. Los marineros asturianos -como los del resto del país- ya rellenan por obligación un diario de a bordo.
La escasez de las diferentes especies que pesca el sector español es la principal razón por la que la Administración debe impulsar tecnologías en las que se responsabilice más al pescador, explicó el director general López-Asenjo. Considera además que las normativas también deben contribuir a un mejor empleo de las cuotas asignadas.
La flota está obligada actualmente a informar de sus capturas o descargas por internet mediante el diario electrónico de a bordo, más conocido por las siglas DEA. En algunas pesquerías, sin embargo, hay notas de ventas escritas a mano que tardan hasta seis semanas en llegar desde cualquier punto de España a Madrid, según denuncia el secretario general. La aplicación móvil permitirá que los buques transmitan en tiempo real los datos de sus capturas, aunque la información se consolide después con inspecciones. "El pescador va a gestionar cupos y le puedes decir por teléfono que le quedan cinco toneladas", ejemplifica López-Asenjo, que precisa a que el sistema puede ser opcional.
López-Asenjo también aseguró estos días que el Ministerio fomentará medidas para desarrollar el potencial de la acuicultura, como los apoyos bancarios y una mejor ordenación del territorio dedicado a la cría acuícola. Pesca aspira a multiplicar "por cuatro o por cinco" la producción española, para lo que está dispuesta a tomar medidas en colaboración con las autonomías.
El representante del Ministerio, estrechamente ligado a Asturias y que tomó posesión del cargo hace unas semanas, considera que el peso de la producción piscícola debería estar "cinco veces" por encima del volumen actual con la excepción de la cría de mejillones y señaló que este es el sector que más capacidad de desarrollo tiene. En España, añadió, los restauradores solicitan el incremento de producciones de "alta gama" y la industria demanda cría de ejemplares de "tres, cuatro o cinco kilos", algo que permite la tecnología.
