Avilés despide hoy una Semana Santa multitudinaria y con pleno de procesiones. Por primera vez en mucho años, el buen tiempo acompañó desde el Domingo de Ramos al Sábado de Gloria y las diez cofradías y hermandades pudieron sacar sus pasos por las calles de la ciudad, que fueron una auténtico hervidero. "No sabemos cuándo fue la última vez que salieron todas las procesiones, pero es muy difícil que no llueva ningún día de la Semana Santa", apuntó el presidente de la Junta de Cofradías, Rufino Arrojo.

Las cofradías de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza, San Pedro Apóstol y Nuestra Señora de La Soledad portaron anoche los pasos de Jesús Resucitado, San Pedro y la Soledad en la celebración de la Resurrección, que puso el broche al calendario de la Semana Santa de Avilés, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.

Una multitud presenció el día anterior, Viernes Santo, la ceremonia del Desenclavo en San Nicolás de Bari y la procesión del Santo Entierro. Los de San Juan Evangelista se llevaron muchos aplausos a lo largo del recorrido y su saludo al Cristo yacente ante el templo acabó en ovación. Ya por la noche, cientos de fieles aguardaron en la plaza de la Merced la salida de la Soledad, que brilló en la noche de Viernes Santo con su nuevo recorrido. En la plaza del Carbayo, donde se entonó la "Salve Marinera" y el "Estrella de los Mares", no entraba ni un alfiler. Las celebraciones por la Pasión, muerte y resurrección de Cristo más multitudinarias de cuantas se recuerdan en Avilés dan paso ahora a las populares fiestas del Bollo, que toman hoy el centro.