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La ría recibe al año aguas industriales que llenarían más de 7.000 piscinas olímpicas

Las empresas que usarán el colector de la margen derecha emiten unos 50.000 metros cúbicos diarios, 37.100 procedentes de Arcelor

La ría recibe al año aguas industriales que llenarían más de 7.000 piscinas olímpicas

La ría avilesina recibe al año una media de 80 millones de metros cúbicos de agua residual procedente de las industrias, el equivalente al contenido de más de 7.000 piscinas olímpicas. Ese volumen de agua desechable, y que está previamente tratada en las propias fábricas, acaba en el estuario pese a que debería llegar mar adentro a través del sistema de saneamiento desde hace años. Ese es precisamente el objetivo del colector industrial de la margen derecha de la ría, que lleva más de cinco años construido y sin uso tras una inversión que supera los 16 millones de euros. Y es que esa tubería kilométrica se diseñó para transportar las aguas industriales hasta el emisario submarino de Xagó, el gran inodoro de las aguas residuales de Avilés y parte de la comarca. A la espera de que algún día se active, todos estos vertidos siguen llegando a la ría de Avilés, que pese a las inversiones millonarias sigue sin estar saneada.

Fuentes del Principado explican que las empresas que se beneficiarán del colector emitieron el año pasado unos 50.000 metros cúbicos de agua la día. En el caso de Arcelor-Mittal, el volumen de caudal medio diario alcanza los 37.100 metros cúbicos. La siderúrgica tiene varios puntos de vertido: del tren de bandas en caliente (TBC) salen unos 16.000 metros cúbicos al día, 8.000 de la acería, 7.600 de laminación y unos 5.500 de las baterías de coque. Las mismas fuentes cifran en 7.600 metros cúbicos las aguas industriales de Asturiana de Zinc (Azsa) que acaban en la ría cada día y en 3.700 las que llegan de la multinacional química Du Pont.

Toda esa cantidad ingente de agua que acaba en la ría tiene contaminantes, si bien es cierto que no se vierten al estuario sin ningún tipo de tratamiento. Las distintas instalaciones de las que proceden esas aguas residuales están sometidas a autorizaciones de vertido (tanto de la Confederación Hidrográfica como autorizaciones ambientales por parte del Principado) y las trata antes de echarla a un medio natural como es el estuario avilesino.

Hasta que la gran tubería de la margen derecha no esté en marcha no se dará por finalizado el plan de saneamiento integral de la ría avilesina, que dio sus primeros pasos en 1992, con la firma de un convenio entre las administraciones local, regional y central y que ha supuesto un desembolso que supera los 165 millones de euros. La activación del colector industrial es la última pieza del puzzle millonario que permitirá a la ría recuperar su esplendor.

El conducto recogerá las aguas residuales previamente tratadas procedentes de la mayor parte de las fábricas ubicadas en el entorno (Azsa, Du Pont, Fertiberia, Arcelor-Mittal, Alcoa, las fábricas del polígono de la ría, incluso Cogersa) para posteriormente conducirlas a la cabecera del emisario de Xagó, que las trasladará mar adentro.

Desde que acabó la obra, hace ya casi seis años, la puesta en marcha del conducto se ha ido dilatando por desavenencias entre las administraciones. El Estado ejecutó y sufragó la obra y le corresponde al Principado recibirla para gestionarla a través del Consorcio de Aguas (Cadasa), como ya ocurrió con la depuradora de Maqua, que también está pendiente de una importante reforma. La estación presenta deficiencias que le impiden el tratamiento adecuado de todos los vertidos que le llegan, unas carencias que implican que las aguas residuales avilesinas no están cumpliendo los parámetros de calidad que establece la Unión Europea y que puede acabar en una sanción millonaria para el Estado. La depuradora de aguas residuales de Maqua está proyectada para tratar un caudal medio diario de 123.811 metros cúbicos trata los vertidos de los municipios de Avilés, Castrillón, Corvera y Gozón.

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