El Ayuntamiento de Corvera cuenta con 2,5 millones de euros en las arcas municipales que no podrá utilizar, según explicó ayer el alcalde, Iván Fernández. Se trata del remanente de tesorería una vez liquidadas las cuentas de 2016, que por ley se debe destinar a sanear el Consistorio y cubrir una deuda que ya no existe, después de que el gobierno local la saldara por completo hace unos meses. "El Gobierno central crea un corralito financiero, porque el Ayuntamiento dispone de un dinero que es de los corveranos y que no puede utilizar para cubrir las necesidades de los vecinos. El Gobierno castiga, de esta forma, a los Ayuntamientos que hacemos las cosas bien, que tenemos unas cuentas sostenibles", sentenció el Regidor.

Fernández señaló que ese montante sería muy útil para "potenciar los servicios sociales, realizar inversiones de saneamiento, de abastecimiento o realizar obras de cualquier tipo necesarias en los pueblos". Y es que 2, 5 millones es una buena suma teniendo en cuenta que el presupuesto del concejo para 2017 pasaría de los 12,8 millones que se aprobaron a los 15,3.

Esta es una cuestión por la que la Federación Española de Municipios y Provincias y la Federación Asturiana de Concejos ya están peleando. El Ayuntamiento de Corvera se mantiene con deuda "cero", pero no puede tocar un céntimo de esos 2,5 millones pese a estar totalmente saneado. "Hasta 2012 el remanente positivo de tesorería se podía utilizar libremente, pero el Gobierno central cambió la ley y señaló que es prioritario utilizar el remanente de los ayuntamientos para sanear sus cuentas. En Corvera se da el caso en que no hay nada que sanear, porque no hay deuda y esta prioridad es un absurdo", indicó.

"Hay un recoveco que vincula ese remanente a una disposición adicional de los Presupuestos Generales del Estado y siempre para una inversión sostenible, es decir, que no requiera mantenimiento. Se trata de un chantaje al resto de partidos para que aprueben los Presupuestos", añadió el Alcalde.