Cientos de litros de sidra se escanciaron ayer sobre la pradera del parque de Ferrera, punto de encuentro de los más jóvenes comensales de la Comida en la Calle. Hubo sidra asgaya y toda en vaso de plástico. "Se nota un poco la diferencia a beberla en vaso de cristal, pero sabe bien igual", apuntaba el avilesino Manuel Pelayo Rodríguez en pleno escanciado y coronado por una montera picona. "Se nota un poco la diferencia, pero es lo que hay", añadía su amiga Elena Lantarón. "El problema es que cogimos vasos malos", remataba Marcos Rebordinos. Fueron unos 6.000 "fiesteros" los que disfrutaron de la comida popular en el parque, según las estimaciones de la Policía Local.

El control del acceso de vidrio al Ferrera comenzó el año pasado, cuando el pulmón verde de la ciudad pasó a formar parte del inventario del patrimonio cultural de Asturias como jardín histórico. "Son muy pocos los que vienen ya con vasos de cristal, hemos notado mucho la diferencia del año pasado a este. En tres horas tan solo hemos requisado dos vasos de cristal", explicaba Juan Menéndez, uno de los integrantes del equipo de seguridad que controló los accesos a la gran arboleda.

"La mayoría de la gente ya trae vasos de plástico. La verdad es que da un poco de cosa que te registren", apuntaba la praviana Cristina García Moreno. "La sidra sabe bien igual, y mejor escanciada en vaso de plástico que a morro", añadía la corverana Carla Antonio.

En el Ferrera hubo veteranos, como la avilesina Claudia Leirós, de 20 años, y su pandilla: "Ya nos queda poco para pasar del parque a las mesas, ya somos algo mayores". Y novatos, como la leonesa Aitana Novo, que estudia Diseño Gráfico en la Escuela de Arte de Avilés. "Lo que no me imaginaba es que iba a pasar tanto calor", decía, rodeada de amigas: "Sidra, agua y zumos, que hay que tener cuidado para no deshidratarse".

Tampoco faltaron a la cita las camisetas con mensaje. Las más llamativas por sus tonos fluorescentes, las de las chicas PLC ("Princess Locas Corners"), estudiantes del Santo Ángel y del IES N.º 5. "Lo que buscamos es llamar la atención", reconocía Ronald Eduardo Salazar, en cuya camiseta se podía leer: "Yo pongo el pistón, tu el cilindro, hagamos combustión". En El Ferrera, hubo este año servicios portátiles y la limpieza comenzó ya a última hora de la tarde.