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Los enfermeros refuerzan la atención que prestan durante las noches

Los cambios de horario afectan a las plantas de Medicina Interna, Cirugía y Neurología, que pasan a tener dos profesionales en jornada nocturna

El Hospital Universitario San Agustín no cerrará plantas durante los periodos de vacaciones de ahora en adelante. Esta medida de ahorro, que la gerencia del área sanitaria acaba de comunicar a los trabajadores, se sustituirá por dejar sin servicio las camas que no sean necesarias. Según señala el presidente de la junta de personal, David Menéndez, esto redundará en un "mejor servicio" a los usuarios, ya que los empleados del centro tendrán todo lo necesario para el tratamiento de su patología al alcance y los médicos no se verán obligados a ir por las distintas plantas en busca de sus pacientes, como ocurría hasta ahora con la consiguiente pérdida de tiempo. "Esto permite ahorrar sin disminuir la calidad asistencial", indicó Menéndez.

Semana Santa y los meses estivales (entre junio y septiembre) eran habitualmente los periodos en los que se producía el cierre de plantas, y tanto el personal como los pacientes correspondientes a esos servicios se reasignaban en el resto del Hospital. El nuevo gerente, Enrique González, se comprometió con los sindicatos a cambiar esta política, y esta misma Semana Santa lo llevó a efecto. "A nosotros nos parece bien. Cuando se cerraban las plantas, el personal iba rotando durante tres o cuatro meses, cambiando de turno, de compañeros... Simplemente se van a reducir camas y durante esos meses no hay refuerzo de personal, pero al haber menos pacientes es más llevadero", dice Menéndez. Llegó a haber años en que los cierres fueron de seis meses.

Lo que quisiera la junta de personal es que los días en los que hay saturación de Urgencias (cada vez más, dado el aumento de la presión asistencial sobre este servicio) no se deriven a los pacientes a la primera planta, que ofrece unas condiciones precarias, sino que se abran las camas necesarias en el resto . "Nos parecería lo mejor de cara al paciente", afirma Menéndez. Esta planta primera es un espacio diáfano que dificulta la preservación de la intimidad de los pacientes mientras los profesionales realizan las técnicas pertinentes, y además no cuenta con un baño cerca.

La primera planta estuvo en funcionamiento estos últimos días, ante la gran afluencia al servicio de Urgencias. El martes por la tarde, sin ir más lejos, fue preciso desdoblar los boxes, que es una de las medidas que se toma cuando el servicio se queda pequeño para atender la demanda. Y es que, en 2016, Urgencias recibió a 5.900 pacientes más que hace dos años, y sumó un total de 71.837, lo que supone una media de 187 pacientes al día. Hay dos razones que están detrás de este incremento del número de usuarios: el envejecimiento de la población y un abuso de este servicio al evitar los plazos habituales de espera. Además, según los pacientes, otra deficiencia que afecta no sólo a Urgencias, sino al hospital en su conjunto, son los problemas informáticos que retrasan la atención y que desesperan al personal.

Menéndez apunta también que hubo algún fallo en las sustituciones de personal durante los días de Semana Santa, que dieron lugar a "pequeños incidentes" y que afectaron, por ejemplo, al ya mencionado servicio de Urgencias. También resultó afectado el servicio de fisioterapia del centro de salud del Quirinal, ya que no se efectuó la sustitución pertinente. "Por lo demás, no ocurrió nada fuera de lo normal", concluye el presidente de la junta de personal.

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