"Una casa tiene ADSL y la de al lado nada". Esta es la queja de los vecinos de San Cristóbal, que reclaman que ahora que una compañía telefónica está en plenas obras de instalación de fibra óptica en la localidad, no deje de lado a la mitad del pueblo. Y es que la fibra óptica, de momento, sólo beneficia a aquellas viviendas que ya tenían buena conexión. A las otras, nada. Los vecinos de El Caleyo, El Cueto, El Campo y El Caliero se las ven y se las desean para poder utilizar las nuevas tecnologías en sus viviendas.

Según explicó Carmen Fernández, en las viviendas de El Caleyo la conexión por internet es a través de la corriente eléctrica, y si falta la luz se cae todo. Su capacidad de navegación son 50 gigas al mes, que se consumen en un santiamén. Es, les explica la compañía, el problema de vivir al final de la línea. Y además supone un perjuicio añadido para las personas mayores que tienen teleasistencia y que también se ven sin ella cuando falta la corriente.

Enrique Álvarez tiene contratado "un mega cuando hay suerte", y a parte tiene una tarifa de 4G que funciona mal. "Pago 80 euros al mes y no tengo buen servicio", dice. Lo que los vecinos reclaman es que el Ayuntamiento presione para que la compañía no deje a media población a dos velas. "El concejal Manuel Campa y la Alcaldesa se comprometieron a buscar una solución", explica Mari Paz González. Los afectados aseguran que el problema es muy fácil de resolver, que basta poner dos postes y todo el pueblo puede quedar conectado. "Estamos hablando de 200 metros de cable, lo que demuestra que es falta de voluntad", añade González. Problemas para concertar citas médicas, para hacer los deberes escolares... Medio pueblo vive en el siglo pasado. "A los que ya tienen les ponen más, y a los que no tienen nos dejan sin nada".