La Fundación del Centro Niemeyer reclama más de 1,4 millones de euros al exdirector Natalio Grueso y su equipo por el perjuicio económico que supuestamente sufrió la entidad como consecuencia de su gestión. Los actuales gestores del complejo cultural piden para los investigados en el "Caso Niemeyer" penas que suman 32 años de cárcel y multas por valor de 60.000 euros. El abogado Alejandro Riera solicita para Grueso 15 años y seis meses de cárcel (4,5 años más que la Fiscalía) y le atribuye delitos continuados de malversación y falsedad en documento mercantil, así como un delito societario y otro de insolvencia punible. Para el agente de viajes J. M. V. pide nueve años, tres para el exsecretario José Luis Rebollo y para la exmujer de Grueso (J. P.) y año y medio para el exjefe de producción del Niemeyer, Marc Martí. A estos dos últimos les considera cómplices de delitos de malversación.

Riera urge al Juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Avilés que se imponga una fianza a los investigados y que en caso de que no la ingresen se les embarguen sus cuentas y bienes. En el caso de Natalio Grueso y del agente de viajes J. M. V. solicita además que se les retire el pasaporte y se les impida salir del país, salvo que tengan autorización previa del juzgado.

El letrado penalista que defiende los intereses de la Fundación del Niemeyer incide en su escrito, de 105 páginas, en una trama fraudulenta de falsificación de facturas y de carga de gastos particulares a la entidad. "A espaldas de los patronos, sin que estos pudieran sospechar nada al respecto, el acusado (Grueso) generó gastos ajenos a los fines de la Fundación Niemeyer de forma continuada a lo largo de todo el tiempo que duró su relación laboral y en detrimento de la misma. Lo hizo en beneficio propio, de terceros, de familiares, amigos y conocidos", aseveran los actuales gestores del centro cultural.

Como también concluye la Fiscalía, la entidad asevera que Grueso y J. M. V., trabajador de la agencia de viajes con la que operaba el Niemeyer, "por un lado crearon facturas totalmente falsas y, por otro, confeccionaron otras donde manipularon y alteraron sustancialmente sus conceptos". Según el relato de la Fundación del Niemeyer, con estas prácticas se dejaron de contabilizar miles de euros en las cuentas de la entidad. El objetivo, a su modo de ver, era "presentar al patronato unas cuentas lo más saneadas posibles y ocultar los verdaderos gastos que realmente se habían generado".

El desajuste contable entre el Niemeyer y su principal proveedor, Viajes El Corte Inglés, llegó a ser tal que la compañía llegó a bloquear la cuenta de la entidad en el periodo 2010-2012. Según el letrado Alejandro Riera, J. M. V. "permitió que Viajes El Corte Inglés continuara prestando servicios a la Fundación como cliente particular (en vez de como cliente empresa) al tiempo que comenzó a destinar ingresos que le hacía desde la entidad Natalio Grueso para hacer frente a las facturas pendientes de cobro".

El letrado insiste en que Grueso y su equipo fueron ocultando la deuda que la entidad iba acumulando, que en 2011 el exsecretario José Luis Rebollo ya firmó un reconocimiento de deuda por valor de 174.131 euros y que en 2012 la entidad ya debía a la firma proveedora de viajes 452.681 euros. Ese ejercicio la Fundación presentaba un patrimonio neto negativo por importe de 2.843.000 euros y un capital corriente negativo por 1.321.000 euros. Ese fue el origen del concurso de acreedores voluntario en el que entró el Niemeyer y que a día de hoy sigue pagando. Los actuales gestores del Niemeyer también concluyen que Natalio Grueso "abonó sin justificación alguna" 9.000 euros a Marc Martí, suma que intentaron camuflar y que "podrían haber sido utilizados" para saldar una deuda familiar con una sociedad catalana. E insisten en que el exdirector del Niemeyer suscribió una serie de contratos sin autorización del patronato para la representación de unas obras que acabaron sobre las tablas del Teatro Español de Madrid.

El letrado Alejandro Riera sostiene, por otra parte, que Grueso cobró más de lo estipulado en su contrato (de 93.532 euros brutos anuales). "Entre 2008 y 2011 revisó unilateralmente su salario anual y recibió 23.662 euros más", asegura en su escrito. A todo esto suma el millón y medio que tuvo que devolver la Fundación por la revocación de subvenciones.

Una vez presentados los escritos de las acusaciones se abre el plazo para que los investigados aporten sus argumentos de defensa del "Caso Niemeyer", la investigación judicial abierta en diciembre de 2012 a instancias del Principado por presuntas irregularidades en la gestión del centro cultural cuando estaba bajo la dirección de Natalio Grueso.