La nube tóxica que cubrió Avilés durante unos quince minutos el pasado lunes es un incidente "muy grave" para el Principado, que ha iniciado los trámites para sancionar a Arcelor-Mittal por la fuga de gas ácido. La Consejería de Medio Ambiente sostiene que la información remitida por la compañía en las primeras veinticuatro horas fue deficiente, precisa que "la causa del escape fue un fallo en el proceso industrial, ajeno al control y supervisión ambiental" e incide en que la siderúrgica acumula casi una veintena de multas desde 2015. Los incumplimientos en los que ha incurrido la empresa han dado lugar a la apertura de seis expedientes sancionadores en 2015, ocho en 2016 y cinco en lo que va de año.

La Consejería que dirige Belén Fernández ha pedido a la multinacional que amplíe el informe que remitió el martes y acredite las comprobaciones y revisiones que ha realizado con motivo de la avería registrada el lunes en la fábrica de subproductos de las baterías de coque de Avilés.

Un portavoz de Arcelor-Mittal aseguró en cambio que la multinacional remitió ayer al Principado el informe definitivo sobre la avería, un documento que incluye las medidas correctoras a aplicar para evitar un escape similar y su plazo de ejecución. La compañía pretende acometer esas mejoras de inmediato, con el objetivo de que estén ejecutadas en cuestión de días. "Si la administración da por bueno nuestro informe, a mediados de la semana que viene estaríamos en disposición de poder reabrir la planta de ácido", aseveró un portavoz de la siderúrgica. Esas "medidas correctoras" van "encaminadas a la optimización del control de proceso en la planta para garantizar la entrada de ácido sulfúrico a la torre de absorción", explicaron fuentes de la compañía. Las mejoras que quiere implementar Arcelor pasan por establecer alarmas adicionales para que se detecte de inmediato si se produce algún fallo en la entrada de ácido sulfúrico en la instalación, según las fuentes consultadas.

El Principado, que dice estar "a la espera de ese informe detallado", considera el escape de gas ácido "muy grave por sus consecuencias, en forma de emisiones no autorizadas, el incumplimiento de la autorización ambiental integrada". En cuanto a la reanudación de la actividad en la fábrica de subproductos de baterías, clausurada desde el lunes, sostiene que "está sujeta a la presentación por parte de la multinacional de un plan de intervención que ha de ser informado por un técnico competente en seguridad industrial".

El 112 alertó a Medio Ambiente pasadas las 19.20 horas del lunes de una nube de efecto irritante en la planta avilesina de Arcelor-Mittal. El aviso de la empresa, aseguran desde el Principado, no llegó hasta casi una hora después, a las 20.14 horas.

El portavoz del grupo parlamentario de IU, Gaspar Llamazares, solicitó ayer una reunión con la dirección de Arcelor-Mittal para transmitir la preocupación por "el sensible deterioro de la calidad del aire" y denunció que "se produjo un incumplimiento palmario del plan de emergencia exterior de la factoría de Avilés" en el incidente ambiental del pasado lunes.

La compañía aseguró en cambio que no fue necesario activar dicho plan (el Plaquimpa) porque no se dieron las condiciones que éste establece: "Lo que se produjo fue una fuga de gases ácidos, no de un producto químico en cantidad suficiente para activar el protocolo; el tiempo de exposición fue muy corto, entre diez y doce minutos; en las instalaciones no hay un almacenamiento importante de productos químicos y además tiene que darse un daño real, como una intoxicación", explicaron fuentes de Arcelor-Mittal.

En IU consideran, en cambio, que debería haberse puesto en marcha el Plaquimpa y arremeten por ello contra el Gobierno autonómico y la empresa. "No se puso en marcha el comité de dirección y tampoco el gabinete que debería informar a la población para protegerse frente a la contaminación que en ese momento se producía (...) Ese plan aprobado en 2010 debería haberse cumplido el pasado lunes, con la puesta en marcha del comité de dirección y la información cabal a los ciudadanos, que hubiera disminuido la alarma que se produjo en Avilés", aseveró Llamazares.

Arcelor-Mittal no solo afronta una multa por parte del Gobierno autonómico, sino que la Fiscalía también ha abierto de oficio una investigación. Su duración inicial máxima será de seis meses, con posibilidad de prórroga. De concluir que del incidente del lunes puede derivarse algún indicio de infracción penal, la Fiscalía presentará la correspondiente denuncia, y si por el contrario no ve delito alguno procederá al archivo de la investigación en curso.

El escape se produjo por la avería de una sonda, según la multinacional. El sensor reflejó que había ácido sulfúrico para el lavado de gases en un tanque de la fábrica de subproductos de las baterías de coque. Como consecuencia de esto se produjo una emisión a la atmósfera de triácido de azufre, que duró entre doce y quince minutos. Una nube cubrió el centro de Avilés y se activaron todas las alarmas. La investigación sigue su curso.