Hace cuarenta años que Adolfo Rodríguez Asensio y Juana Bellón dieron uno paso de gigante en la historia local de Gozón con el inicio de su investigación arqueológica en la ensenada de Bañugues. Asensio se encargaba de la parte prehistórica y Bellón, de lo restante. Hace una década, el equipo dirigido por Nicolás Alonso comenzó a investigar a uno y otro lado de la bahía y recuperó un plan que a día de hoy, aún le queda mucho por recorrer. "La ensenada es un yacimiento de enorme producción arqueológica, hay mucha información. De momento, solo se ha arañado la superficie y hay que hacer hincapié en la importancia que tiene la amplia diacronía de ese lugar", explica Alonso, que actualmente está centrado en el análisis de laboratorio de laboratorio de los materiales encontrados en la última excavación, en 2014.
También inició hace meses la fase de divulgación de su investigación con conferencias en Glasgow, Avilés y diversos lugares del país. "En dos semanas presentaré el estudio en el congreso de arqueología de Ampurias, en Tarragona y en julio, en Lisboa", señala Alonso. Es decir, pese a que actualmente no haya excavaciones arqueológicas a pie de la ensenada, ni en Traslaiglesia ni en la otra orilla, la investigación continúa.
El trabajo de Alonso y su equipo es una continuidad del iniciado por Asensio, que observó que en esa zona hubo período acheliense y asturiense en época prehistórica. También de los trabajos de Juana Bellón, que avanzó que existía una diacronía en esos asentamientos al comprobar que hay restos romanos, medievales y hasta el siglo XIX. Con esas tesis, investigó Nicolás Alonso, que abunda más y explica que no solo la ensenada de Bañugues sino todo el valle de Heres es "un conjunto histórico que merece un estudio estratigráfico". "Hay restos de tégula romana, el epígrafe de San Jorge, monedas en el estuario...", afirma.
Alonso explica que el estudio de Asensio ha servido para comprender cómo fue la prehistoria en Asturias. "Ayudan a conocer hábitat de los grupos humanos, su ubicación en la rasa costera y el uso de herramientas y materiales", señala el especialista, que comenzó a estudiar en 2006 esta zona tras comprobar como la mar erosionaba materiales en pleno yacimiento de Traslaiglesia. "Nuestro trabajo se basó más en el de Juana Bellón y le dimos una nueva perspectiva: la constante erosión del yacimiento, un acicate para seguir investigando y dar continuidad a su proyecto", destaca el investigador.
Los estudios de Bellón hace ahora cuarenta años pudieron identificar que el yacimiento tenía parte romana, sin embargo, no pudo acotar la cronología. "Pudimos confirmar que tras el estudio de materiales y cerámicas puede datarse entre el siglo I y el III. Posteriormente, hallamos una zona medieval, que sufrió una ampliación en época barroca, en el siglo XVIII, y fue abandonado en el siglo XIX. Además, existe una necrópolis que va desde el siglo XI hasta el XIX", detalla Alonso, para después incidir en la importancia arqueológica del valle de Heres, "donde se ha excavado poco" a lo largo de los cuarenta años de investigaciones arqueológicas en Bañugues y su ensenada.
