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Siglos al pie de la ermita

El barrio de Ensidesa convive con una historia secular que incluye el culto a la patrona de Avilés

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"A dos pasos": barrio de La Luz

La Luz es una villa contemporánea que en su día se creyó el "Nuevo Avilés". Pero su historia es antigua. El barrio debe su nombre a la ermita que se encuentra en la colina del monte en el que se asienta, dedicada a la Virgen de la Luz. Y esta no es otra que la patrona de Avilés desde hace justo ahora cuatro años, título que comparte con San Nicolás. El culto a esta imagen se remonta al siglo XVIII. Hay historiadores que lo sitúan siglos antes, incluso. Desde entonces goza de una gran devoción, especialmente entre las mujeres embarazadas. No es de extrañar. La imagen representa a la Virgen de pie en el momento de dar a luz y simboliza el misterio de la Maternidad Divina de María.

Si bien la ermita de La Luz congrega a devotos a diario hay una fecha clave que lleva a lo más alto del barrio obrero a cientos de peregrinos: la fiesta que coincide con el popular Rito del Beso, que este año se festejará el 6 de junio con la participación de Jairo Gutiérrez y Beatriz Gonçalves. Ambos, de 22 años, se besarán a los pies de la ermita ante miles de ojos como es tradición.

Más allá del valor religioso de la ermita son también decenas de personas las que se aproximan hasta la ermita de La Luz para disfrutar del que, para muchos avilesinos, es el mejor mirador de Avilés. "Desde aquí se ve la ría, el puerto, la ciudad?", manifiesta Clara López, una de las caminantes que cada día, siempre que no llueve, dedica unos minutos a observar Avilés desde lo alto. El Palacio de Lluera, a pocos pasos de la ermita, también da fe de la historia de este barrio obrero donde vivieron condes. O eso cuenta la leyenda. Y para dar fe también de las vistas que regala La Luz, una sidrería-Panorama-, que parece colgar sobre la ría.

Del "barrio alto" se llega a los bloques impulsados por Domingo López y adquiridos por Ensidesa para sus trabajadores entre chalés y casonas que contrastan con los pisos mucho más humildes que la historiadora Carmen Adams describe así en su trabajo "La Luz: una villa contemporánea para Avilés": "El barrio de La Luz se levantó a partir de 1957 para dar alojamiento a los trabajadores de la nueva factoría siderúrgica. El proyecto inicial, inspirado en modelos del Movimiento Moderno, con zonas ajardinadas y edificios cruciformes, se fue transformando y abaratando progresivamente. Al final, quedó convertido en un conjunto de bloques impersonales, carentes de cualquier tipo de equipamiento y segregados de la ciudad". Lo cierto es que, según afirma Jorge Bogaerts en su obra "El mundo social de Ensidesa": "La maqueta del barrio impresionó hasta al mismísimo Caudillo".

Pero aquel pequeño Manhattan quedó en un puñado de bloques desordenados. Y las carencias eran muchas: no fue hasta 1970 cuando se inauguraron los actuales colegios, uno de niños, el Poeta Juan Ochoa, y otro de niñas, el Virgen de la Luz, ya desaparecido. El instituto abrió su puertas poco antes, en 1967, y la biblioteca en 1978, convirtiéndose entonces en la quinta de Asturias por su importancia después de las de Oviedo, Gijón, Avilés y Mieres. El polideportivo también llegó a finales de la década de los setenta del pasado siglo? "Aquí no teníamos nada, pero éramos muy felices", coinciden los vecinos que fueron "guajes" en La Luz.

El populoso barrio obrero dio un giro importante allá por el año 2003, cuando sufrió cambios urbanísticos y poblacionales. La reurbanización del barrio supuso la eliminación de barreras, la mejora del saneamiento, la reparación y el aislamiento de fachadas, la mejora del alumbrado y sobre todo, la construcción de viviendas nuevas. Esto unido a la apertura al tráfico de la Autovía del Cantábrico en el año 2006 -con enlace directo desde La Luz- transformó parte del barrio en una pequeña ciudad dormitorio. "La gente ni trabaja ni hace vida en el barrio. Ni siquiera se abastece aquí", dicen los paisanos de siempre, que ahora valoran que en La Luz existan parques, zonas de juego infantiles, transporte público, centro de salud, centro de mayores? ¿Las carencias? Como en casi cualquier otro barrio de Avilés, según los residentes: falta de aparcamiento, mejora de la limpieza, eliminación de baches? Pese a las "faltas" La Luz ya no es lo que fue, es mejor.

Lo saben bien Juan Cañamero y Daniel Mosteirin, peluquero retirado el primero y jubilado de la Cooperativa de Transportes el segundo. Ambos pasan su tiempo ahora en los huertos municipales, al igual que la joven Verónica López. "De La Luz llegaron a salir tres autocares para Ensidesa cargados de trabajadores y ahora no va ninguno para la fábrica", lamentan estos paisanos. La Luz es un barrio de recuerdos e historias, como las recogidas en un libro conmemorativo del 50.º aniversario de este barrio que en el año 2005 se ganó un título -"Barrio de interés social"-. Porque los vecinos son el tesoro de La Luz.

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