El 35 por ciento de los ingresos líquidos del Niemeyer ya son fruto de las ventas, actividades, patrocinios e ingresos extraordinarios. Esta es una de las cifras que ofreció ayer el gerente del equipamiento cultural, Carlos Cuadros, ante los patronos, que aprobaron las cuentas del año 2016, después de pasar por una auditoría que les dio el visto bueno sin ninguna salvedad. "Es ya el tercer año consecutivo", apuntó el presidente del patronato, el Viceconsejero de Cultura, Vicente Domínguez. Ese 35 por ciento de autofinanciación se materializa en 606.151 euros.

Y hay margen para crecer, afirmaron tanto Cuadros como Domínguez, aunque eso requeriría un mayor compromiso de las empresas, por una parte, patrocinando actividades, y de los espectadores, por otra, respondiendo a la programación propuesta. "Desgraciadamente el compromiso social con la cultura no es tan grande como nos gustaría", lamentó Cuadros. La política de patrocinios permite a las empresas subvencionar ya no a la Fundación, sino actividades concretas, como la exposición de Julio Verne o el ciclo "Suena la cúpula", que corren a cargo de Telefónica y EDP, respectivamente.

Y Domínguez añadió: "Tampoco se está al cien por ciento de la capacidad en cuanto a espectáculos y eventos. Vivimos en una región donde hay público suficiente como para tener todas las actividades llenas. Así que no sólo tenemos que incrementar los ingresos de instituciones privadas, sino también convencer a la gente para que venga al centro". El Viceconsejero apuntó, además, que esa necesidad de llegar a más espectadores no es por una cuestión mercantilista, "sino porque tenemos la misión de compartir la cultura con la ciudadanía".

El patronato aprobó las cuentas de 2016, donde los ingresos anuales fueron superiores a los previstos y alcanzaron los 2,7 millones de euros (incluyendo la cantidad correspondiente a la cesión del edificio). En lo que se refiere a ingresos líquidos, fueron 1,7 millones de euros, de los que las subvenciones de instituciones públicas ascendieron a 1,1 millones de euros. El resto supone ese 35% anteriormente mencionado de recursos propios obtenidos por la Fundación. El extra de ingresos, sumado a una contención de los gastos generales, repercutió en una mayor inversión en actividad cultural, que se llevó un total de 756.960 euros a lo largo del año. En cuanto al resultado de explotación, fue equilibrado, con unos beneficios de 79,98 euros.

El Niemeyer está ya en la fase final de los pagos del concurso de acreedores ordinarios. La deuda quedará liquidada antes del 27 de marzo del próximo año. Después quedarán cinco años de pagos a acreedores subordinados e intereses, por una cantidad que ronda el millón doscientos mil euros.

"Lo importante es que estamos logrando hacer la programación con los recursos que tenemos. Nuestro lema es una gestión sostenible para poder tener una programación acorde con los recursos", resumió Cuadros.