El "goalball" tiene algo de fútbol y bastante de balonmano. Es un deporte paralímpico para invidentes que exige tener los oídos muy "abiertos". Los alumnos del IES Número 5 participaron ayer en una exhibición del equipo avilesino de esta disciplina, dentro de la semana de la ONCE en la ciudad, que también programó ayer un concierto del coro de la organización en la Casa de Cultura. "Desde el Ayuntamiento nos ofrecieron esta actividad y nos pareció estupendo", explicó María Eugenia de la Cuesta, la directora del centro. José Antonio Cerezo, el profesor de Educación Física, fue un paso más allá: "Es el mejor modo de ponerte en lugar del otro".

Cada una de las clases que tenía ayer Educación Física bajó al gimnasio del centro y se encontró con los seis miembros del equipo avilesino de "goalball". Juan Carlos García Serna es uno de ellos y fue quien abrió juego. "Es fundamental que la bola ruede por el suelo", dijo. Y es natural. Las bolas tienen cascabeles. Se marca gol si el equipo contrario no escucha el camino de la pelota. Así que, a la primera regla, se suma la segunda: "Hay que guardar silencio". Y en silencio estuvieron los chavales.

"Este deporte nació en Alemania, en la Segunda Guerra Mundial. Servía como terapia para los excombatientes que hubieran perdido toda la vista", explicó García Serna. Él es ciego de nacimiento, pero tiene que taparse los ojos con antifaz. "Hay otros que tienen un déficit visual y todos debemos tener las mismas ventajas", apuntó. Un minuto después se dirigió al nuevo grupo en el gimnasio. "No podéis hacer trampa", les dijo. Y todos le obedecen. "Lo primero que me decían es que sentían agobio por no ver", confesó el profesor de Educación Física. "Hoy todos los que tenían clase conocen a los miembros del equipo, pero vamos a seguir con todos los grupos del centro en días venideros. Queremos que sepan qué son los deportes adaptados, cómo es trabajar con otras condiciones", recalcó el docente.

El equipo de Juan Carlos García Serna normalmente entrena en el polideportivo de Los Canapés. Su técnico es Tino Martínez. "Somos nueve, pero jugamos cinco. El año pasado estábamos en Segunda División y este hemos bajado a Tercera", dijo. La ONCE financia las equipaciones de los jugadores. "Pero eso no ese lo caro. Las porterías son de 9 metros y no nos las podemos permitir", confesó García Serna. "Nos apañamos con la que hay. Si tuviéramos un polideportivo donde dejar nuestras porterías sería distinto", concluyó, antes de seguir con la exhibición.