El plan de edificación forzosa elaborado por el Ayuntamiento de Avilés, que afecta a los propietarios de 13 solares ubicados en el casco histórico, recibió ayer una valoración positiva por la oposición, que sin embargo, pone condiciones. Más críticos se muestran los propietarios. Es el caso de Arturo Solís, que aspira desde hace años a construir en el solar vacío del Parche. "Edificar lleva tiempo. Yo quiero edificar, pero los bancos no están por la labor", señaló. En su caso ofrece incluso el solar en venta, pero de momento sin éxito. "No se venden pisos, los bancos no dan crédito. Si el Ayuntamiento quiere expropiar, habría que justificar un justiprecio, y si no estamos de acuerdo recurriremos", advirtió.

El concejal del PP Constantino Álvarez consideró positiva la iniciativa, que considera que es complementaria al plan del casco histórico. "Pero también queremos mostrar prudencia y evitar caer en el triunfalismo dado lo compleja que puede ser la gestión", dijo. Los motivos de esa dificultad, explicó, son el mínimo aprovechamiento urbanístico de alguno de los solares, que apenas dan para una o dos viviendas (excepto La Estación 55, donde salen 28, el resto son de menos de 10) , y la fragmentación de la propiedad, con un número de herederos que puede llegar a los 16, algunos residentes en el extranjero. "E incluso con litigios familiares enquistados. Todo esto no ayuda a garantizar su gestión", añadió. Por eso, pidió al gobierno que dote a la sociedad municipal Ruasa "de los medios necesarios para poder acometer como agente urbanizador el desarrollo de las actuaciones donde sus propietarios declinen". "Ruasa no nació para gestionar aparcamientos municipales, nació para rehabilitar y esas actuaciones se cuentan con los dedos de la mano", remató.

El portavoz de Somos, David Salcines, consideró que no se pueden mantener los vacíos en el casco histórico y propuso actuar también en edificios en ruina o a punto de estarlo. No obstante, recela de que sea Ruasa la que lidere la urbanización en caso de que no la realicen los propietarios. "Creemos que al final serán las entidades privadas. Y tememos estar asistiendo a un proceso de gentrificación -desalojo de las clases trabajadoras en beneficio de personas de alto poder adquisitivo- dentro del casco histórico", dijo. Lo adecuado, añadió, sería un compromiso público en la generación de espacios más amables.

Para IU es importante el plan de edificación forzosa, que mejorará considerablemente la imagen del casco histórico. También Ciudadanos lo avaló, como indicó su portavoz, Carmen Pérez Soberón: "Hace tiempo que se venía demandando y, por fin,será una realidad. Con estas medidas se mejora el casco histórico, una atracción para los visitantes y un orgullo para los que aquí vivimos". Ganemos ya había anunciado el día anterior su apoyo al plan.