El exdirector del Centro Niemeyer, Natalio Grueso, ha entregado su piso de Oviedo para atender la posible responsabilidad civil que devenga del proceso abierto contra él (y otros colaboradores) a cuenta de su gestión al frente del complejo cultural de la ría.
El juez Ricardo Badás -el instructor del conocido "Caso Niemeyer"- abrió juicio oral contra Grueso, su exmujer, J. P.; el agente de viajes J. M. V.; el exsecretario José Luis Rebollo y el exjefe de producción del centro Marc Martí a finales de abril. Paralelamente, abrió también piezas de responsabilidad civil por las sumas reclamadas a los investigados y estableció fianzas que suman 245.000 euros, de los que 90.000 corresponden a Grueso.
El exgerente del complejo considera que su piso ovetense "es suficiente" para hacer frente a la petición del juez. Grueso no se niega, sin embargo, a que "un perito o peritos nombrados por el juez instructor" valoren un piso que, según confiesa el director, está libre de cargas y le correspondió "en su totalidad" por el convenio regulador de su divorcio (2012).
El exdirector del Niemeyer afronta una pena de 11 años de cárcel como presunto autor de delitos continuados de malversación, un delito societario y otro de insolvencia punible. El Ministerio Público pide para el agente de viajes J. M. V. ocho años de cárcel por supuestos delitos de malversación y estafa; dos años y tres meses para el exsecretario de la Fundación del Niemeyer, José Luis Rebollo, al que atribuye un delito continuado societario como cooperador necesario; dos años y tres meses para la exmujer de Grueso, J. P., como cómplice en un supuesto delito continuado de malversación, y un año y seis meses por este mismo delito a Marc Martí, exjefe de producción del Niemeyer. La Audiencia Provincial acogerá la vista del caso que se abrió hace cuatro años y medio.
