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ROMÁN ANTONIO ÁLVAREZ | Historiador, presenta el libro "El Lignum Crucis y Avilés"

"La reliquia de la cruz de Avilés procede de un árbol palestino de la época de Cristo"

"Avilés fue un sitio importante en la ruta de las peregrinaciones y llegó a tener dos huesos de San Nicolás"

Román Antonio Álvarez, ayer, con su libro "El Lignum Crucis y Avilés". M. V.

Román Antonio Álvarez vuelve a los ruedos editoriales. Desde que dejó sus tareas de concejal lleva tres libros, uno por año. En 2015, fue uno dedicado a Avilés y San Agustín; en 2016, una investigación sobre los judíos en Avilés; y ahora llega "El Lignum Crucis y Avilés", cuya presentación se celebrará el jueves, a las 20.00 horas, en el palacio de Ferrera. Será en el marco de los actos "Avilés tras la cruz de Cristo", que organiza la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de la Santa Vera Cruz. Álvarez recibió en 2010 la medalla de oro de esta misma hermandad.

- Todo empieza con Santa Elena, ¿no?

-En el libro empiezo hablando de la cruz como símbolo cósmico que simboliza la unión de la tierra con el cielo. No es un invento del cristianismo, ya existía desde los primeros tiempos de la humanidad. Es un símbolo de madurez de la Humanidad en el sentido de que piensan en la trascendencia.

- Un símbolo que luego toma el cristianismo en recuerdo de la forma en la que murió Cristo.

-Los romanos cogen una tradición fenicia de usar la cruz como símbolo de tortura y muerte. Crucificaban de dos maneras: atando al reo los brazos y clavándole los pies o clavando en la muñeca. Era una muerte terrible. Al principio, el cristianismo no utilizaba la cruz como símbolo. Es a partir de Constantino el Grande, en el siglo IV, que contó haber tenido la visión del estandarte con la cruz de Cristo y el lema "Con este signo vencerás". Es cuando manda a su madre, Santa Elena, a Jerusalén a que investigue, y encuentre la cruz de Cristo. Constantino el Grande hizo el edicto de tolerancia con el cristianismo, construyó iglesias y propició concilios en los que se clarificó la doctrina. Y además inició el culto a las reliquias, que se convirtió en un fenómeno universal. Las reliquias se convierten en símbolo de poder y de acercamiento a Dios.

- Muchas de las reliquias son partes del cuerpo de santos, pero el Lignum Crucis es un trozo del madero de la cruz. Estará en el "top ten" de las reliquias, ¿no?

-Sí, eran tanto partes del cuerpo del santo como elementos materiales que estuvieran en contacto con él. La cruz es la reliquia más importante de todas. A la misma altura podía estar la sábana santa de Turín o el sudario de Oviedo. Incluso hay una que es el mantel de la última cena que está en la catedral de Coria.

- ¿Qué pruebas existen de que Santa Elena haya encontrado realmente una cruz en el Gólgota?

-Que sea la cruz de Cristo, ahí ya entra la fe. Pero existe el relato histórico de que encontró las tres cruces. Para saber cuál era la auténtica se dice que puso un muerto encima, y resucitó.

- ¿Cuándo comenzó el desmembramiento de la cruz?

-Ella fue la que lo partió en tres trozos. Luego de cada trozo se fueron sacando más... y ahora hay un montón por todo el mundo. El mayor que tenemos es el de Liébana, que era del brazo izquierdo, lo mismo que el trozo que desapareció en la batalla de Jerusalén, ya que se lo quedó Saladino.

- ¿Y cómo acabó ese fragmento en un lugar tan remoto como Liébana?

-No vino directamente a Liébana, se la dieron a Santo Toribio, que había nacido en Betanzos, y que fue custodio de las reliquias en Jerusalén. Prestó una gran labor y tuvo una visión diciendo que la cruz iba a ser objeto de rapto por parte de los persas. Y después pasó. Como premio a sus labores recibió varias reliquias, entre ellas un trozo del lignum crucis. El papa lo nombró obispo de Astorga, pero tuvo que huir por una herejía que no logró controlar. Va a Tuy, pero le ocurre lo mismo. Entonces marcha en barco y viene a Avilés, desembarca aquí en Sabugo, aquí está refugiado un mes. Por la buena acogida que tiene regala a la parroquia dos huesos de San Nicolás de Bari, unas reliquias de las que tenemos constancia al menos hasta 1740. Pero cuando se hizo una reforma de la iglesia desaparecieron. El obispo se las había querido llevar, pero aquí no le dejaron, el ayuntamiento se opuso y los fieles llegaron a amenazar a los representantes del obispo. Pero después desaparecieron silenciosamente. Quizá lo más probable es que se las llevasen para Oviedo.

- ¿Y qué fue de Santo Toribio?

-Fue al Monsacro. Y allí dicen que construyó la ermita sobre un antiguo dolmen, y que allí guardó las reliquias. Alfonso I de Asturias es quien relanza el culto del monasterio de Liébana y envía allí el cuerpo de Santo Toribio cuando muere, y el lignum crucis. Un pedacito de esa reliquia está desde 1955 en Sabugo.

- ¿Qué importancia han tenido las reliquias en Avilés?

-Era un sitio importante en el camino de las peregrinaciones, asociadas a las reliquias. En Oviedo está uno de los depósitos de reliquias más importantes y Avilés estaba en un punto estratégico, mucha gente venía a Santiago por mar y desembarcaba aquí en Avilés para ir al Salvador (Oviedo) antes que a Santiago. Desde la Edad Media Avilés tiene hospital de malatos, que era un sitio para atender a los enfermos sobre todo de lepra. Y también un hospital de San Juan, un albergue. Da idea de la importancia de los peregrinos en Avilés. Ya en el XVI Pedro Solís creó un hospital. Y Avilés tenía sus propias reliquias, algo muy raro en una parroquia.

- Hay voces que piden que se exponga la reliquia del lignum que se custodia en Sabugo.

-La parroquia tiene buena disposición. La iglesia tiene cámaras de seguridad. La idea es buscar un sistema de seguridad para evitar profanaciones y robos. Yo creo que sería bueno exhibirla, es una reliquia que no es corriente y que está documentada.

- El nombre en latín, lignum crucis, despista. ¿Es una reliquia desconocida hasta en Avilés?

-Sí, el latín la esconde. En el libro desmonto una leyenda urbana que dice que juntando todos los lignum crucis dan para hacer muchas cruces. No es verdad. Hay un inventario del siglo XIX en el que se demuestra que uniendo todos los trozos conocidos no dan ni para un tercio de un brazo de la cruz.

- ¿Qué veracidad tiene la reliquia?

-Desde luego es de un árbol de origen palestino y datado en la época en la que Cristo vivió. Otra cosa es que sea el de la cruz Cristo. La tradición no va tan desencaminada. Otra cosa es que creas que realmente haya estado en contacto con Cristo y que estar en contacto sirva para algo o no.

- En Avilés la reliquia da nombre a una cofradía la de la Soledad y la Santa Vera Cruz.

-En el libro hablo de las cofradías, que nacen como gremios. Todos ellos se encomendaban a un santo que los protegiese, que intercediese por ellos. Se ayudaban entre ellos, tenían función social, se encargaban de organizar el culto al santo... Y siempre hubo jaleos entre ellas, lo recogen los documentos. En el libro también hablo de los mercedarios, y la importancia de Fray Valentín Morán, que es el que fortalece en Avilés el culto a la Virgen de la Soledad. De ahí bebió esta cofradía que hay ahora, y de la tradición del lignum crucis.

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