El Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) y la empresa Roces se verán las caras en los tribunales por un supuesto caso de estafa. El ente regional, dependiente de la Consejería de Infraestructuras, demandó hace unos años a la compañía de autobuses por un uso indebido de los abonos de transporte. La vista, en el juzgado de lo Penal de Avilés, se celebrará a mediados de julio. La demanda por estafa va contra la empresa y dos de sus administradores, según explicaron fuentes conocedoras del caso.

La compañía dejó de prestar el servicio entre Avilés y Gozón y otras once líneas de transporte escolar en 2013 después de que la dirección regional de Transportes y Movilidad le retirara la licencia por una serie de incumplimientos. Los trabajadores de la compañía denunciaron impagos y retrasos en el cobro de sus salarios y los viajeros del servicio entre Avilés y Luanco criticaron en innumerables ocasiones el "lamentable" estado en el que se encontraban los vehículos.