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A dos pasos | La Carriona

La Carriona atrae a nuevas familias

Los residentes en el barrio avilesino aseguran que cada vez se ven más críos por las calles y que "se vive bien" y con más tranquilidad que hace años

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La Carriona - Avilés

El colegio público de La Carriona, la proximidad de los accesos a los autopista, el bajo precio de los pisos y la importante actividad cultural que se desarrolla en el centro social del barrio son los fenómenos que atraen cada día más a nuevas familias al barrio, casi todas con algún vínculo anterior con este poblado que, como casi todos en Avilés, nació para dar techo a la gente en un momento en el que Avilés tenía más población que vivienda.

"Yo llegué a La Carriona de Oviedo porque mi marido es de aquí y sí es cierto que hay mucha gente mayor, pero también y cada vez más se ven críos por las calles", asegura Esther Fernández mientras da unas puntadas en un taller de costura impulsado como otras muchas actividades por la asociación de vecinos que desde hace unos días lidera José Ania. Para Fernández, La Carriona es un buen sitio donde criar a un hijo. Los niños de La Pedrisca aún juegan al cascayo en la calle.

Otro ejemplo de que La Carriona atrae pese a su fama casi tétrica es Cristina Miguel, que decidió cambiar Piedras Blancas (Castrillón) por este barrio para ponerse al frente de un kiosco. ¿El balance? "Positivo, porque en La Carriona tengo familia y no fue como llegar de nueva", confiesa mientras recibe también clases de corte y confección de manos de Mercedes Calvo. A las mismas asiste también Carmen Feito, que aunque vive en Miranda se aprovecha de la programación cultural y de ocio de La Carriona.

Abraham Dintén Alonso y Johanna Sebastián Solla llegaron a La Carriona hace un año. Viven en el poblado antiguo, como llaman los lugareños a los pabellones construidos en la misma acera del camposanto municipal. "Ella es de aquí y yo de Versalles, y decidimos instalarnos en La Carriona. En este barrio se vive bien y no es más problemático que Versalles, por poner un ejemplo", asegura Dintén, que ya se ha enganchado al encanto de las casas con corredor, objeto hace no demasiados años de alguna que otra revuelta.

Pero eso, coinciden los vecinos, es cosa del pasado. Aseguran, eso sí, que en el barrio viven algunas familias problemáticas, especialmente en los últimos metros de la calle Valencia, en La Pedrisca. Por eso piden a las policías que no bajen la guardia. Todos quien que La Carriona mantenga la tranquilidad conquistada en los últimos años gracias, en parte, al trabajo desarrollado desde Participación Ciudadana que poco a poco va haciendo que haya un eje natural de barrio.

Es fundamental también el trabajo desarrollado por distintos colectivos del barrio, como la asociación de vecinos "La Xunta", el grupo de teatro "Aliendu", formado por personas de La Carriona, músicos que residen en el poblado, empresarios, hosteleros y fotógrafos aficionados como los que estos días exponen sus obras en el centro sociocultural del barrio, por poner solo unos ejemplos. "Los vecinos colaboran en todo lo que se les propone y eso no pasa en todos los barrios de Avilés", dicen orgullosos los que trabajan por cambiar la imagen de un barrio humilde que en Avilés fue durante unos años -salvando las distancias- en un pequeño Nápoles hecho para la mafia.

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