En poco más de mes y medio -del 24 al 30 de julio-, Avilés volverá a ser la capital del mundo celta. La asociación "Esbardu" ya ha cerrado la contratación de los que participarán en la próxima edición -la vigésimo primera- de un festival que se ha hecho obligatorio en los veranos de la ciudad. Los hermanos Tejedor serán los que lleven la voz cantante con el concierto estrella de un encuentro en el que vuelven a participar músicos y bailarinas de las seis naciones celtas que se bañan en aguas del Atlántico. La cita es el sábado día 29, el día grande de la fiesta melódica de los veranos avilesinos.

Una de las características connaturales del Festival Intercéltico de Avilés es que era movible. En estas dos primeras décadas ha tomado la plaza de Carlos Lobo, la del Carbayo, la plaza de España y el parque del Carbayedo. Pero el pasado año, la organización se inclinó por La Exposición. Este verano la música céltica volverá a tomar el mismo lugar. Una carpa y puestos para celebrar la hermandad de las seis naciones de herencia primativa.

La organización ya cuenta con la bagad Men Glaz, de Bretaña; la strathaven Pipe Band y los JDW Highland Dancers, de Escocia; los Luascadh Ireland Dancers, de Irlanda, los Cwni Dawns Gwein Caerddydd, del País de Gales. De Asturias, como todos los años, viene el grueso de las agrupaciones musicales: la banda de gaitas de Corvera, la de la propia asociación Esbardu, la bandina "Turcipié" o la bandas de gaitas "El Gumial".

La seña de identidad más marcada del Festival Intercéltico de Avilés es la música y la danza. Las bandas que llegan de todas las esquinas del arco Atlántico toman las calles de la comarca durante toda una semana, pero la organización también deja espacio a la creación literaria: María Esther García López, Francisco Priegue, Agustín Alonso Biscayar y Alba Carballo López serán los encargados de recitar sus creaciones poéticas en castellano o en asturiano. La invasión del mundo celta hace verfano en la comarca y este año no se va a saltar la tradición.