Manel Fuentes comenzó melancólico su nuevo concierto avilesino (el anterior fue hace tres años), pero eso le duró un suspiro. Lo suyo -y lo de su prodigiosa banda- es montar un fiestón por dondequiera que van y que ese jolgorio sea eterno. Lo logró anoche sobre las tablas del teatro Palacio Valdés y también en el patio de butacas, que tomó al grito "Are you ready, Avilés?" Y claro que estaba más que preparado. Fueron dos horas largas de tributo a Bruce Springsteen y la "E Street Band", un concierto delicioso para salir y conquistar la ciudad y, después, no perderse ni un concierto del músico norteamericano original, que para eso sirven las buenas imitaciones: para conocer luego las fuentes.

Los componentes de la "Spring Team" -la banda de Fuentes- salió a escena por el codo izquierdo del teatro y comenzaron los aplausos. Estos crecieron cuando Fuentes -reencarnación de Springsteen- comenzó a entonar "It's rainin' but there ain't a cloud in the sky/ Musta been a tear from your eye / Everything'll be okay", O sea, que está lloviendo, pero no hay una nube en el cielo. La de ayer fue una jornada soleada que cubrió Avilés; comenzar con "Waiting a sunny day" ("Aguardando un día soleado"), un atrevimiento que le salió redondo a Fuentes y compañía. En dos acordes, el Palacio Valdés se entregó hasta el tuétano al periodista y músico y showman...

La primera canción fue una balada de lágrima en el ojo. De esas tiene muchas Springsteen, pero los temas más rockeros son los más aplaudidos. "The Rising" fue uno de los que se llevó la admiración de cuantos se juntaron en el teatro Palacio Valdés. Fuentes fue entonces cuando cedió el micrófono a los espectadores, tenían que entonar "la, la, la". Y luego fue lo de "Hungry Heart": el patio de butacas iluminado de par en par y Fuentes dejó el escenario y subió a los apoyabrazos de las butacas y empezó a hacer equilibrios en la zona central. Como un funambulista, Fuentes conquistó al personal, que llevaba ya rato grabando con los móviles cada uno de los movimientos de un tipo que toca con los dedos la gloria del original: una imitación perfecta que recibió el aplauso del "Boss" y al que los avilesinos demostraron la misma devoción que en 2014.