La multinacional Alcoa ve blanco lo que los sindicatos, a través del comité de empresa, describen de color negro. Donde los representantes de los trabajadores ven una política "irresponsable y lesiva" de "ahorro extremo" que daña "la capacidad de producción de la fábrica de San Balandrán", la compañía opone que nada más lejos de la realidad, puesto que de hecho, "la fábrica está poniendo en marcha una serie de medidas y la evolución de las mismas es positiva". A preguntas de este diario sobre cuáles son esas "medidas", la portavoz de Alcoa en España manifestó que se trata de "cuestiones técnicas de orden interno relacionadas con el proceso productivo para hacerlo más eficaz y enfocadas a normalizar el mismo".

La dirección mundial de Alcoa adoptó en su momento una estrategia pensada para minimizar los efectos de la crisis que en la fábrica de Avilés se tradujo en la reducción del ritmo de producción a dos terceras partes de la capacidad de la planta de San Balandrán. A día de hoy, la multinacional defiende que necesita "mejorar su competitividad y. en ese sentido, busca aprovechar todas las oportunidades para mejorar su eficiencia". Así mismo, la empresa destaca que "se necesitan ajustes dirigidos a lograr el funcionamiento normal de las instalaciones". Respecto a la celebración de una reunión al más alto nivel que solicitó el comité de empresa de la aluminera avilesina para recibir explicaciones claras del plan de la multinacional para la fábrica, la compañía replicó que "la dirección de la fábrica mantiene una relación fluida con los representantes de los trabajadores"