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ANA MARÍA COTO | Profesora de la Universidad de Oviedo, habló de ancianos y soledad

"Los ancianos tienen que salir de casa y disfrutar, les va la salud en ello"

"Hemos de perder los prejuicios hacia los mayores y pensar que aún tienen anhelos"

Ana María Coto. RICARDO SOLÍS

El anciano y la soledad centró la charla que ayer ofreció Ana María Coto, del departamento de Morfología y Biología Celular de la Universidad de Oviedo, en el Centro de Servicios Universitarios.

- ¿Dónde está el origen de la soledad en los ancianos?

-En este periodo la soledad cobra un papel importante y hasta hace poco no se prestaba atención. Hay bastantes causas que la producen al ser un tiempo de muchos cambios y pérdidas. Favorece este estado el que haya muerto el cónyuge, se vayan muriendo los amigos, pierda sus roles habituales dentro de la sociedad y se sienta excluido, la caída del poder adquisitivo o las limitaciones físicas.

- ¿Qué papel juega la incomprensión, el rechazo o de falta de compañía?

-Las personas ancianas han sufrido mucho cambio. Antes cumplían un rol muy claro en la familia y actualmente se ha perdido por lo que tienen que aprender a desempeñar uno nuevo, y a los mayores les cuesta porque perdemos plasticidad con los años.

- ¿Qué han de hacer las administraciones y la sociedad en este proceso?

-Los gobiernos autónomos tienen que incentivar actividades para ancianos, que son necesarias, y éste representar un papel voluntario y responsable de su vida. Por su parte, el resto de la sociedad tenemos que perder los prejuicios hacia ellos y pensar que todavía tienen anhelos. Debemos darnos cuenta de que han de ocupar un papel activo en la sociedad y ellos tienen que entender que han de desempeñarlo. Tienen programas de entretenimiento y desean participar, pero para ellos es difícil, ya que esta generación de ancianos procede del final de la guerra civil y la postguerra y han visto que no se puede perder el tiempo. Hay que ayudarlos a cambiar de mentalidad.

- ¿Qué consecuencias acarrea la soledad?

-Es uno de los temas más novedosos en el estudio de la geriatría. De momento son bastante superficiales, pero se sabe que las personas que llevan tiempo con una soledad mantenida tienen problemas para dormir, además de estomacales, e incluso cardiovasculares. Desde el punto vista psicológico, pueden padecer depresión y ansiedad, neurosis y hasta ideas suicidas. En caso de depresión y ansiedad se les recetan ansiolíticos, pero les sientan muy mal, pierden atención y son proclives a las caídas. La soledad al final de la vida es más dramática.

- ¿Cómo afecta este sentimiento al ámbito familiar?

-Hay un estudio que ve que las personas mayores tienen alta vulnerabilidad para enfermar, de forma subconsciente ven que enfermos se les presta mas atención. Los hay que caen en la enfermedad porque están más atendidos. Para ellos es mejor perder la salud que estar solos. También tenemos que plantearnos que en estos momentos el anciano debe aprender a vivir solo. En el sur de Europa tenemos mayor incidencia de soledad que en el norte aunque el anciano esté con la familia.

- ¿Qué recursos y estrategias ayudan a solventar el problema?

-Programa activos. Hay que intentar buscar actividades que les interese y salir de casa para disfrutar, les va la salud en ello. Los ancianos son personas frágiles, tienen que pasarlo bien, los estímulos son importantes. Podemos pensar que es mucho el dinero que se gasta en organizar programas para esta etapa, pero es menor que el que va a producir que desarrollen efectos somáticos y acaben en la dependencia.

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