La Fiscalía de Avilés archivó ayer la denuncia que presentó el sindicato Sipla sobre presuntas corruptelas en la Policía Local de Avilés y que se sustentaba en una serie de anónimos que se habían recibido en el correo corporativo de su organización durante varias semanas. El Ministerio Público considera "que no existen fundamentos para ejercitar acción penal alguna". Asegura la fiscal en su relato aún más: "Las acusaciones en las que se basaba la denuncia son meras afirmaciones carentes de un mínimo soporte probatorio y rigurosidad". El sindicato de policías no es la de misma opinión: un representante de la organización anunció ayer que su gabinete jurídico estudia llevar ahora los anónimos al juez de instrucción.

El pasado 9 de mayo, el delegado sindical del Sipla en Avilés presentó en Oviedo la denuncia que ahora rechaza el Ministerio Público. En esa denuncia se ponía énfasis "en hechos presuntamente sucedidos en la Policía Local de Avilés", entre ellos: "plazas cubiertas por personas sin la titulación exigida, corruptelas en la asignación y abono de horas extraordinarias y filtraciones de exámenes en la provisión de plazas a subinspectores del cuerpo", tal y como se puede leer en la notificación pública remitida ayer por la Fiscalía de Asturias.

Nueve días después, la denuncia del sindicalista llegó a Avilés y ayer quedó archivada tras practicar "una serie de diligencias", principalmente, en el departamento de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Avilés. La Fiscalía preguntó "si todas las plazas de la Policía Local están cubiertas por personal con la titulación y calificación necesarias". La respuesta que la fiscal instructora recibió del Ayuntamiento es clara: "Sí lo están". La segunda causa por la denuncia fue archivada se refiere al pago de "horas extraordinarias". Dice la fiscal: "la condición de funcionarios de la carrera de la Policía Local excluye el concepto de 'horas extraordinarias'". Esto es, nadie cobró "horas extraordinarias" porque no existe este concepto. "Otra cosa distinta son los 'servicios extraordinarios'", continúa la fiscal. Esos "son asignados por la Policía Local en función de las necesidades del servicio, y son abonados por la dirección de Recursos Humanos".

Sobre las presuntas filtraciones de los exámenes para provisión de plazas subinspectores, la fiscal dice que "no se celebran exámenes" para estos mandos (los últimos fueron en 2014). "Ante la posibilidad de que el denunciante se refiera a los procesos de selección de las plazas de Policía Local, a la dirección de Recursos Humanos 'no le consta filtración alguna de exámenes'", indica. El Ministerio Público tampoco ha observado "irregularidades" en algunos mandos que salen mencionados en los anónimos. Por todo ello, considera que "no existe el mínimo indicio de perpetración, no sólo de ningún delito de prevaricación por parte de funcionario público, como se alegaba en la denuncia, sino cualquier otro".

El PP había reclamado que se investigasen las denuncias anónimas de las que había tenido conocimiento el Sindicato de Policías, el mayoritario en el cuerpo. El Ayuntamiento de Avilés se volcó desde el principio con la Fiscalía: a ella remitió un informe "contundente", en palabras de la alcaldesa, Mariví Monteserín, para rechazar todo cuanto decían los anónimos.

Las relaciones laborales en la Jefatura de la Policía Local de Avilés son muy tensas desde hace años: entre mandos y entre mandos y agentes. Los pasillos del palacio de Justicia de Avilés han sido escenario de ellos.