Más de medio centenar de niños participaron ayer en la procesión de la Octava de Santo Tomás de Cantorbery, como se ve en la imagen. El misionero Fermín Riaño fue el encargado de presidir la misa previa. El recorrido -alrededor del templo- lo encabezó el Santísimo, que estuvo escoltado por vez primera por la Real Liga Naval. Además, la Banda de Música de Avilés se encargó de poner ritmo a un desfile religioso que ancla su tradición en el Corpus. Todas las cofradías participaron en la fiesta.