El empresario avilesino Julián Rus ha sido eximido de toda responsabilidad en la quiebra de la empresa Los Telares y se libra de la pretensión de la Fiscalía de imputarle una responsabilidad patrimonial de más de 6 millones de euros. El juicio programado para esta mañana en el Mercantil de Gijón no ha llegado a celebrarse pues tras una reunión de media hora las partes llegaron a un acuerdo.

La administración concursal elevaba la responsabilidad mercantil de Rus a 300.000 euros pero ni esa petición ni la de la Fiscalía prosperaron toda vez que el informe económico presentado por el empresario evidenció que su gestión fue la mejor posible para evitar el deterioro de la empresa. Este informe lo realizó el economista avilesino Jesús Sanmartín. A diferencia de Julián Rus, el juez sí ve responsables del hundimiento de Los Telares a los administradores suizos que entraron en la empresa en su etapa final: Zahid Ali Hussain Kasim, Mairaj Taufiq, Appaloosa investment, y Gryehus partners. Esta mañana no comparecieron y están declarados en rebeldía jurídica.

Los Telares daba empleo a más de 600 personas y en su momento de mayor esplendor llegó a tener más de 100 tiendas en España. Los trabajadores presentes en el Palacio de Justicia de Gijón se mostraron contentos porque se haya hechos "justicia" con Julián Rus.

La crisis de Los Telares comenzó en 2012, año en el que Julián Rus Cañibano entendió que era insostenible el ritmo de pérdidas y solicitó la declaración de concurso de acreedores con el propósito de salvar su cadena textil, que por entonces daba empleo a unas 600 personas, 150 de ellas en el Principado. Tras negociar con los acreedores se llegó al acuerdo de firmar un convenio que reorientase el rumbo de la empresa y se puso en marcha un expediente de regulación temporal de empleo. Rus llegó a hacer una inyección de capital a costa de su patrimonio, pero ni por esas se lograron los objetivos.

Entre medias, entró en escena la controvertida sociedad suiza Gryphus Partners, que incumplió la mayoría de las promesas realizadas. La relación entre los directivos que nombró Gryphus y Julián Rus, que había dado un paso atrás para ceder el control absoluto de Los Telares, se agrietó a los pocos meses y acabó siendo pésima, al punto de que al empresario le llegaron a prohibir la entrada en las oficinas centrales de su compañía.

Las tiendas y las oficinas de la empresa Los Telares cerraron a finales de junio de 2015: fue el comienzo de la liquidación de la sociedad. El administrador concursal de la compañía que fundó hace cuatro décadas el industrial avilesino de origen astorgano Julián Rus planteó los despidos de toda la plantilla a razón de veinte días por año trabajado y un máximo de doce mensualidades. Los trabajadores iniciaron movilizaciones, manifestaciones poco antes de la Semana Santa de 2015, cuando fue más que patente que los nuevos gestores de Los Telares no eran capaces de levantar la sociedad.