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CÉSAR ÁLVAREZ | Jurista de la Dirección General de Patrimonio Cultural

"No se da el valor que merece al patrimonio industrial de Avilés"

"Los bienes etnográficos son la Asturias auténtica, llaman la atención a los turistas, que quedan admirados"

César Javier Álvarez Álvarez M. V.

César Javier Álvarez Álvarez, jurista de la Dirección General del Patrimonio Cultural del Principado, ofreció ayer en la biblioteca de La Luz, invitado por la Asociación de Vecinos, un ameno recorrido por el patrimonio arquitectónico, etnográfico, arqueológico e industrial asturiano.

- ¿El patrimonio industrial avilesino, seña de identidad de la comarca, es el gran olvidado de Asturias?

- Avilés no tiene protagonismo en cuanto a elementos declarados patrimonio industrial, no se le da el valor que se merece. En el inventario de elementos industriales figuran, principalmente, pozos y lavaderos de la cuenca minera, siendo Avilés una referencia ineludible en este tipo de patrimonio. De hecho, el generado en torno a la ría tiene un sello propio; no en vano, ésta es un centro industrial histórico de la Cornisa Cantábrica. El proceso de industrialización, con la instalación de empresas, cambió radicalmente la villa, pasando de marinera a industrial.

- Se han demolido muchas construcciones. ¿Hay que apostar por la conservación de las que aún sobreviven?

-Hay que conservar. El patrimonio industrial, al igual que el cultural, es una fuente de indudable riqueza. Tenemos que mentalizarnos que España tiene unos bienes que atraen a un récord de visitantes, por eso, la palabra demoler tenemos que suprimirla. Aunque no hay dinero para todo, la administración debe hacer todo los posible por conservar.

- En la comarca existen varios ejemplos de construcciones públicas y privadas en estado más o menos avanzado de deterioro y abandono: el monasterio de La Merced, en Castrillón; el palacio de Trasona, o la Casa de la Pola, en Luanco. ¿Qué se debe hacer?

-Esta situación se produce también en otros concejos, donde existen piezas que no están siendo cuidadas y no se cumple con la obligación de su conservación. En este sentido, su futuro no es muy halagüeño. Quizás no sea suficiente la labor que hacen las administraciones públicas. Cuando hay un deterioro de una pieza del patrimonio y dejación en su conservación, la administración tiene las armas para actuar. Con carácter general, la ley de patrimonio del Principado establece la obligación de todos los propietarios a conservar y mantener las piezas del patrimonio cultural; la ley también encomienda a las administraciones la potestad de velar para que se cumplan.

- ¿Y qué ocurre si la propiedad no pueda hacer frente a su mantenimiento?

-Hay sentencias del Tribunal Supremo que dicen que el patrimonio es para disfrute de todos los ciudadanos y su conservación debe hacerse a costa del propietario y del esfuerzo de las administraciones públicas; éstas deben tomar las riendas del caso, aunque son expedientes complicados así como situaciones económicas difíciles.

- ¿Las administraciones pueden hacer más en favor de nuestro patrimonio?

-Seguro que hacen su esfuerzo, pero se podría hacer más. El patrimonio cultural es una fuente de recursos incalculable.

- ¿Qué figuras de protección existen a día de hoy?

- Hay cuatro: los bienes de interés cultural, los bienes incluidos en el inventario del patrimonio cultural asturiano, los bienes incluidos en los catálogos urbanísticos de protección, y los patrimonios especiales (el arqueológico, etnográfico e industrial).

- El etnográfico tiene el reconocimiento que se merece?

-Llama la atención y no le damos la importancia que tiene, cuando en realidad es la Asturias auténtica. Ahora los Caminos del Norte son Patrimonio de la Humanidad; cuando llegan los turistas se quedan admirados con nuestras construcciones.

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