Julián Rus Cañibano, como hiciera varias veces en plena crisis de su cadena textil insistió ayer en que Los Telares "hubiera tenido salvación de haber contado con los apoyos necesarios o unos inversores más convencidos". Esa es la espina que, según admite, le queda clavada al empresario tras el calvario vivido: haber fracasado en el intento de rescate de la empresa a la que dedicó cuarenta años de su vida.

Los colaboradores del empresario que ayer le acompañaron en el palacio de Justicia de Gijón por si hubiera sido menester su declaración en la sala de vistas coincidieron en señalar que, de imputarle responsabilidades a Rus, estas debieran ser "haber ido más allá de todo lo razonable" -en palabras del exdirector de expansión, Víctor Álvarez León, para evitar el naufragio de la empresa, al punto de haber puesto su patrimonio personal en juego para lograr financiación que sacara a la cadena textil del atolladero en el que se vio cuando estalló la crisis de consumo y las ventas cayeron en picado.

Además de Álvarez León, estuvieron en el juzgado la antigua apoderada de Los Telares, Beatriz Rus, hija del fundador; Leandro de las Heras, exdirector financiero; y Daniel Álvarez, expresidente del comité de empresa, entre otras personas que, sin atisbo de duda y pese a sus diferentes grados de responsabilidad dentro de Los Telares, dieron la cara por el empresario. Por ejemplo, el antiguo líder sindical manifestó: "Personalmente no puedo decir nada malo de Julián; luchó como un jabato por la empresa y demostró que tenía madera. Otra cosa, y bien que lo lamentamos todos, es que las cosas no salieran como se esperaba y que todo se acabara yendo al garete". Y Víctor Álvarez León se congratuló de que se hubiera "hecho justicia": "Yo estuve dentro y hasta que me echaron los últimos gestores tuve conocimiento de los sucesivos intentos llevados a cabo para salvar Los Telares así como de los flujos económicos; por eso puedo decir que nada de lo que se imputó a Rus tenía pies ni cabeza".

La ausencia ayer en el juicio de los máximos responsables de Gryphus Partners y de la sociedad Appaloosa Investments -Zahid Ali Hussaim Kasim y Mairaj Taufiq- no extrañó a nadie; pese a achacárseles la culpa de parte de la deuda millonaria con que se hundió Los Telares -desde ayer, en realidad la totalidad de la misma- no ejercitaron acciones en su defensa y no dan señales de vida, por lo que han sido declarados en rebeldía procesal.

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